El fin de semana volvió a vestir de luto las carreteras aragonesas, con el fallecimiento ayer de dos motoristas que se unieron a los dos muertos y cinco heridos --cuatro de ellos graves-- que dejó un choque frontal el viernes en Candasnos, en el tramo sin desdoblar de la N-II.

Los dos accidentes de motocicleta tuvieron la misma causa, la pérdida de control de los vehículos y la consecuente salida de la vía, según fuentes de Tráfico. El primero de ellos tuvo lugar en la localidad oscense de Bailo, sobre las diez de la mañana. Un joven de 27 años vecino de Sabiñánigo, A. G. L. V., se salía de la calzada en el puerto de Santa Bárbara, en el kilómetro 63 de la A-132, por motivos que se desconocen. Su cuerpo fue trasladado al depósito del Hospital de Jaca. A las 13.00 horas corría la misma suerte José B. R., vecino de Andorra de 52 años. El accidente mortal tuvo lugar a la altura del kilómetro 20 de la A-223, que discurre las poblaciones de Alcorisa y Lécera.

ANCIANOS Ayer se conocieron nuevos detalles de la colisión del viernes por la noche en Candasnos, en el tramo sin desdoblar de la N-II cuyo arreglo reclaman periódicamente los alcaldes de la zona. Los dos fallecidos fueron una pareja de ancianos de 89 años, Andrés B. P., que conducía, y Sinesia A. M., cuya procedencia no ha trascendido. Sí se sabe que iban en dirección Madrid, e invadieron con su Seat Toledo el carril por el que circulaba el Opel Vectra con el que chocaron.

En él viajaban cinco rumanos, cuatro de los cuales resultaron heridos graves: Victor K. T. R., de 32 años, que conducía; Rader P., de 39; Lucia R., de 49 y la niña de 12 años R. E. M. Estas dos últimas fueron trasladadas al Miguel Servet de Zaragoza, mientras el resto, junto a la herida leve Diana R., de 23 años, ingresaron en el Arnau de Vilanova de Lérida. Los cuerpos de los ancianos fueron trasladados a Fraga, cuyo Juzgado de Instrucción número 1 se hace cargo de la investigación.