JOAQUÍN CARBONELL

--¿Tenía necesidad de sacar de dentro sus demonios creativos?

--Fue paralelo a internet y al final todo se juntó. El primer libro lo publiqué el 11-S del 2001, en digital y papel.

--Me asombra la cantidad de temas que es capaz de tocar.

--Pues como dijo otro escritor, estoy más orgulloso de lo que he leído que de lo que he escrito. Desde niño me conozco leyendo.

--¿Cualquier tema?

--Que sea útil, práctico y fácil de aplicar, incluida la filosofía.

--Yo le he visto incluso temas relacionados con la sexualidad femenina...

--Bueno, por internet es fácil saber qué interesa a la gente. Me informo, y escribo. Este en concreto de la sexualidad fue una demanda del público mexicano...

--Veo que ha publicado libros en Argentina que no ha editado aquí.

--Fue a principios de la década del 2000. No tenía demanda editorial en España y en cambio se me ofreció en Argentina. Mira, el primer libro lo edité en una editorial gallega, que ya no existe. Y resulta que al tirar de mi libro tuve que empujar los de toda la editorial, hasta que me cansé.

--Internet ha espoleado la creatividad de tanta gente que si no era así...

--Sí, todo lo que se puede digitalizar se digitaliza: cine, música, libros... Y esto hace más democrático todo, elimina intermediarios y permite la autoedición.

--.¿Pero en serio se puede vender por internet?

--Me pagan. Los libros los ofrezco en pdf y en formato digital. El libro lo vendo pero ofrezco gratis un extracto. El precio es competitivo, no tiene nada que ver con las grandes editoriales. Pero la gente todavía tiene desconfianza para comprar por internet.

--¿Y funciona?

--Sí... No me ha hecho rico pero me da unos dineros extras. Y lo importante es que cada día crece y me conocen... Me visitan a mis redes sociales alrededor de 2.000 personas al día.

--Habrá que trabajar mucho, dedicar tiempo.

--Mitad y mitad. Mitad de escribir y mitad de difundir. Pero entiendo que cualquier escritor que se precie hace lo mismo, en ese caso dedicado a los medios de comunicación. Si no suenas, desapareces. Porque igual que internet da muchas oportunidades, está lleno de competencia.

--¿No le tienta volver a editar en papel?

--Si me hacen una buena oferta, sí, pero yo no los voy a perseguir, puesto que me va bien así.

--¿Pero no hay un componente de vanidad de verse en papel?

--Es verdad, eso le pierde a mucha gente... En casa tengo unos cuantos, ¿y qué? Es mucho mejor ver que se venden sea como sea.