Un centenar de personas de la plataforma "Stop Desahucios Zaragoza" se han concentrado hoy, durante más de cinco horas, ante la puerta de una vivienda cuya inquilina iba a ser desahuciada, un procedimiento que finalmente fue suspendido a petición de la parte demandante. La suspensión ha sido considerada un éxito por los miembros de "Stop Desahucios Zaragoza", creada hace quince días en torno al movimiento del 15-M, y que hoy era la primera vez que intentaban parar un desahucio en Aragón por no poder pagar una hipoteca, sin ninguna presencia policial y de manera pacífica. El desahucio estaba previsto a partir de las 09.00 horas de hoy, en un piso de la calle Altair, del barrio de Valdefierro, frente al cual se concentraron media hora antes un centenar de personas, con una gran pancarta con el lema "Derecho a techo. Juntos podemos", y otras en las que se podía leer "Si al derecho a la vivienda, no al negocio inmobiliario" o "Que la crisis la paguen los ricos". Los ciudadanos permanecieron más de cinco horas, distribuidos dentro del portal, en la puerta y en la calle, y acompañando en la vivienda a la afectada, África, hasta que trascendió que la parte demandante, Caja Vital, había suspendido el procedimiento, momento en el que prorrumpieron en aplausos y en gritos de "Si se puede, si se puede". Y es que "el procurador de la parte actora" había decidido suspender el procedimiento, según han confirmado a EFE fuentes del Tribunal Superior de Justicia de Aragón (TSJA). Un portavoz de la plataforma, Pablo Híjar, ha señalado a los medios de comunicación que, aunque todavía no habían recibido la confirmación oficial del juzgado, estaban contentos pero "relativamente", porque ahora se ha detenido pero el proceso va a seguir. Caja Vital se adjudicó el piso en una subasta por 78.000 euros y con la suspensión del desahucio se abre una vía para poder negociar la deuda de 240.000 euros de la afectada con la entidad, cuando la vivienda le costó casi 300.000, ha explicado Híjar. África, divorciada y con un hijo de 10 años, que está de vacaciones con su padre, ha contado a los medios de comunicación que a primeros de junio le llegó una notificación de que tenía que dejar su casa hoy. Cuando le llegó la carta llevaba quince días trabajando después de año y medio en paro y varios meses sin pagar la hipoteca del piso, que había comprado en 2002 "con toda la ilusión del mundo como todos los matrimonios", y posteriormente decidieron invertir en un negocio que no funcionó como debía. "El trabajo paró, mi marido también dejo de trabajar y al final una cosa conlleva a la otra" y se acumularon las deudas, ya que había puesto de aval el piso para el negocio, ha dicho. Una situación que intentó negociar con la sucursal bancaria, a cuyo director pidió que la dejaran vivir con su hijo en alquiler hasta que ahorrara algo, pero "no ha habido manera", ya que le dijeron que "no era su problema". En estos momentos, África lo está "pasando mal", ha contado entre lágrimas, y no tiene esperanza, porque todos los meses le embargan directamente de la nómina 700 euros para pagar la hipoteca de un piso que ya no es suyo y le queda "lo justo para vivir, pagar el alquiler y la luz (de otra vivienda en la que ya vive) y mantener a un niño". Ahora, "Stop Desahucios Zaragoza", integrada por movimientos como el 15-M, asociaciones vecinales y organizaciones solidarias, se reunirá con la afectada, hablarán con un abogado y el banco y buscarán otra salida a la situación, ha dicho Asun Gulina, una de sus portavoces, quien ha considerado un éxito la acción y ha leído un manifiesto tras conocerse la suspensión de la acción judicial. Por su parte, Demetrio Calvo, otro de los miembros de "Stop Desahucios Zaragoza", ha dicho que se han concentrado por solidaridad con esta familia, pero también contra los que han generado la crisis, como es la banca, y ha agregado que esta acción es la primera en Aragón pero "no será la última". En Aragón se producen seis desahucios de viviendas al día, entre 1.800 y 2.000 al año, mientras que los debidos a impagos de alquileres ascienden a 1.456, con un incremento del 66 por ciento el pasado año, ha informado Héctor Mendal, del Departamento de Publicaciones de la Asociación de Usuarios de Bancos, Cajas y Seguros de España (Adicae). Mendal ha explicado que en este caso la entidad financiera ha hecho una tasación baja, de un 30 a un 40 por ciento menos de la inicial, se ha quedado con la casa y la afectada tiene que seguir pagando.