JOAQUÍN CARBONELL

--Le entrevisté al llegar hace dos años. ¿Se va contento?

--Muy contento. Aragón es un lugar como Arizona, único en Europa (risas), con una población poco densa, con lo que los problemas sociales son reducidos al mínimo. El hecho de que la gente tiene espacio para vivir significa mucha menos agresividad. He vivido dos años en Monzalbarba y ha sido un paraíso.

--¿Y regresa a su actividad literaria o a otro Instituto Francés?

--Regreso a mi vida literaria, porque tengo una casa enorme en los Alpes. Trabajaré para Le Figaro desde mi casa, algo que se puede hacer ahora desde cualquier parte del mundo.

--¿Y volverá a su actividad de novelista?

--Sí. El deseo principal es lograr financiación y tiempo para hacer un gran libro en dos partes sobre la vida natural y la gente joven.

--Ya que hablamos de jóvenes: ¿qué le pareció el movimiento 15-M.

--Me interesó mucho. He creado un blog en mi sitio: Christian Combaz, con 100 fotografías en blanco y negro de mis dos años en España, sin palabras.

--Qué raro que un escritor no utilice la palabra...

--Normalmente las fotografías hablan por sí solas...

--¿Escribirá en Francia algo sobre España y Zaragoza?

--Sí, porque voy a contar lo que he vivido por aquí, como representante de una institución estatal francesa que tiene ya 100 años en Zaragoza. Por cierto, nosotros organizamos la fiesta nacional del 14 de julio y por una vez estamos contentos de haber invitado al consulado en Zaragoza.

--El instituto es más que un lugar de enseñanza de la lengua.

--Internet ha cambiado la naturaleza de nuestra influencia. Las informaciones sobre Francia procedían antes de una sola fuente, y ahora están en internet, aunque no siempre de manera objetiva. Debemos utilizar otras maneras de interesar a la gente sobre Francia y explicar qué es nuestro país.

--¿En qué momento está el Instituto Francés?

--Realmente se puede observar que el interés por la lengua no disminuye pese a la crisis. Es muy importante saber que la economía francesa es ahora la más eficaz y la más próxima para un joven español. Con lo cual conviene saber francés...

--¿Qué se lleva en la maleta?

--Un gusto inagotable por los churros. Me gustan tanto que los congelo para tener siempre en casa. Es algo que no lo he encontrado en ninguna parte de Europa.

--¿Volverá?

--Por supuesto, porque soy parapentista y en Castejón, Loarre y Luna está el paraíso.