El Servicio de Protección de la Naturaleza de la Guardia Civil (Seprona) ha levantado un informe por una presunta infracción de la Ley de Residuos después de que un vecino de Alcañiz rellenara los baches del camino de la Estanca con material tóxico triturado, en concreto, con placas de fibrocemento que contienen amianto. El informe ha sido remitido al Departamento de Medio Ambiente del Gobierno aragonés para su estudio, ya que la manipulación de estos residuos está restringida y debe realizarse por un gestor autorizado.

Durante la investigación del caso, iniciado a raíz de las sospechas de algunos vecinos, el dueño de una granja de pollos sin actividad admitió haber triturado una gran cantidad de viejas placas de su propiedad para rellenar el camino de uso público que llega también a su propiedad.

El amianto es un material cuyo uso hace años que ya está prohibido en la construcción, ya que contiene partículas altamente cancerígenas. Y los primeros datos apuntan a que el fibrocemento usado para este relleno tiene entre un 10 y un 30% de amianto. La peligrosidad para la salud solo existe si se tiene un contacto frecuente con el amianto. Pero el riesgo aumenta durante la manipulación de dichos materiales (corte y demolición) o cuando los materiales están muy envejecidos. La principal vía de entrada del amianto es a través de la respiración.

El que se encuentren en un camino público urge una actuación --que según Delegación del Gobierno compete a Medio Ambiente de la DGA-- ya que las fracciones continúan rompiéndose cuando circulan los vehículos.