JOAQUÍN CARBONELL

--¿Ustedes tomaron alguna caña en Espumosos?

--Con limón, claro. Y con ensaladilla y gambas.

--¿Conocían el peso sentimental de este establecimiento en la historia de Zaragoza?

--Sí, es un lugar que enamora.

--Espumosos sufrió un incendio hace ahora un par de años.

--Eso es; en 2009 se quemó y los dueños decidieron traspasarlo, y los nuevos dueños lo reabrieron de nuevo en Sagasta.

--¿Y tanto tirón tiene la marca como para abrir otro lugar?

--Los dueños no tenían intención de abrir otro local, hasta que vieron la respuesta del público. Entonces se plantearon buscar una ubicación próxima al primer emplazamiento que tuvo Espumosos en Zaragoza, que fue Independencia. Lo más próximo es este local de 5 de marzo.

--¿Y qué hay en este nuevo Espumosos?

--De entrada 700 metros de local en dos plantas. La planta calle es la cervecería tradicional, y la planta baja es el asador. Tiene una cocina vista, donde se dará cocina tradicional y brasa.

--¿Qué decoración ofrece los nuevos Espumosos?

--Tiene elementos románticos que recuerdan a los Espumosos de Independencia.

--Sé que mantiene la misma cocina de los Espumosos genuinos.

--Sí, cuando se quemó estuvo un año parado hasta que lo cogieron estos nuevos dueños, que emprendieron la reforma. Para la apertura contaron con la misma gente que estaba en la cocina, y los mismos proveedores, que son imprescindible para mantener esta oferta de calidad.

--¿Han aprendido a tirar las cañas como se hizo siempre?

-Sin duda; y para la caña con limón siempre se ha utilizado un jarabe especial, que es el que han retomado ahora.

--Las ensaladillas eran legendarias. Pero ustedes son tan jóvenes...

--Yo me apunto a lo de jóvenes... También me gusta la ensaladilla y podemos garantizar que es de la misma calidad de toda la vida. Recuerda que los calamares también tenían fama y las gambas gabardina.

--¿Esta inauguración va a animar la Zaragoza hostelera?

--Seguro, y demuestra que hay empresarios con valentía como para abrir nuevos negocios en estos tiempos. La clave hoy en día es dar un buen producto y ajustar precios.

--Con su experiencia cómo ven Zaragoza?

--En obras. Las obras son imprescindibles para cambiar la cara de la ciudad a pesar de las molestias. Mira, hace unos años no me gustaba nada Zaragoza, pero cada vez le tengo más apego.