La Fiscalía de Zaragoza investigará como posibles homicidios imprudentes todos los accidentes de circulación con víctimas mortales que se produzcan este verano en la provincia. Esta medida, que se extenderá hasta el próximo 5 de septiembre y que responde a una instrucción del Fiscal de Sala de Seguridad Vial, Bartolomé Vargas, incluye un dispositivo especial de coordinación con los juzgados de guardia que tiene al frente a la delegada de esta especialidad en la Fiscalía zaragozana, Pilar Cavero, cuya área ha sido reforzada con otro fiscal.

Tras el estudio de los atestados sobre los accidentes que elaboran la Guardia Civil de Tráfico y las policías locales, y si aprecia indicios de que el siniestro mortal ha podido tener su origen en alguna imprudencia, el ministerio público formulará cargos contra el causante como autor de un delito de homicidio imprudente del artículo 142 del Código Penal, que castiga a los infractores con penas de hasta cuatro años de cárcel y seis de retirada del carnet de conducir.

Si el siniestro provoca heridas, el causante se expondrá a una acusación por un delito de lesiones por imprudencia, infracción que, si el resultado es "la pérdida o la inutilidad de un órgano o miembro principal, o de un sentido", está castigada con hasta tres años de prisión y cuatro de retirada del carnet.

Según explicaron fuentes de la Fiscalía, esta medida llevará al banquillo como presunto homicida a quien provoque un accidente mortal conduciendo a una velocidad superior a la permitida en esa vía o hablando por el teléfono móvil, a quien no respete la distancia de seguridad --en cuatro tramos de carretera de Zaragoza está ya señalizada-- y, también, a los conductores de vehículos pesados o transportes colectivos que no respeten los tiempos de descanso.

Hasta ahora, el cargo de homicidio imprudente solo se aplicaba en accidentes de tráfico cuando el conductor superaba la tasa de alcoholemia o rebasaba con creces los límites de velocidad. Ocurría lo mismo si el resultado era una lesión. Ahora, infracciones que se perseguían por la vía administrativa y se castigaban con multas --hablar por teléfono o saltarse los descansos-- llevarán al banquillo a su autor si esa negligencia provoca fallecimientos o causa heridas graves a alguien.