El Grupo de Homicidios del Cuerpo Nacional de Policía rastreó la identidad del asesino de Mercedes Lázaro entre una treintena de sospechosos, cuyo ADN cotejó con los restos de saliva que el autor deo crimen dejó en la gabardina de la joven y las muestras de material orgánico que la Policía Científica recogió en varios puntos del garaje. Los investigadores centraron sus pesquisas en personas relacionadas con el párquing. Casi dos años después del crimen fue detenido un vecino del bloque en el que vivía y murió la víctima. Quedó en libertad después de declarar.