A la Asociación de Vecinos Entrelagos de Rosales del Canal no ha gustado nada el auto emitido por el Juzgado Contencioso Administrativo número 3 de Zaragoza que deniega la suspensión cautelar de las obras del edificio de Remar. El abogado de la asociación, Daniel Cerma, declaró que se valorará la posibilidad de "interponer un recurso de apelación contra el auto mediante el que se deniegan las medidas cautelares" con el objetivo de "salvaguardar" la finalidad del recurso.

Añadió que el auto "no es acertado puesto que se trata de una resolución demasiado genérica" que ha excedido "con creces" el plazo --dos días-- fijado legalmente. La resolución se ha tramitado dos meses después de haber solicitado las medidas cautelares con "urgencia", explicó.

DECEPCIÓN El director de Remar Aragón, José Luis López, confesó que "en ningún momento creyó que las obras pudieran pararse". Se mostró cansado con la polémica que "un grupito" ha levantado. De hecho, confesó que han recibido varios curriculum de vecinos de Rosales para trabajar con ellos "desde que comenzaron las obras". "Llevamos cinco años con esta pelea cuando el terreno fue cedido y apoyado por todos los grupos políticos".

Según López, nunca se habían topado con una oposición como en Rosales del Canal. "Hace 31 años que trabajamos en España y nunca nos había pasado esto", señala, a la vez que recuerda que la relación con los vecinos siempre ha sido muy buena. "En Delicias utilizan nuestra cafetería para las reuniones vecinales", comentó López. El director en Aragón aseguró que su función es "puramente social" y que se acogen a la ley.

Respecto al rechazo de la entidad a la invitación de la asociación vecinal para reunirse con ellos y explicarles cuáles van a ser sus funciones, señaló que "el programa es público y aparecen todas las actividades que se van a llevar a cabo" y añadió que "desde Rosales no quieren mediar". López dijo que "ni somos drogadictos, ni maltratamos a la mujeres", alegando que se estaba haciendo "demagogia" con sus ideales.

López aseguró que la constructora ha impuesto seis denuncias contra los actos vandálicos de un grupo de vecinos. "Nos han llegado a tirar cócteles molotov", explicó. Admite que desde hace quince días los problemas han amainado pero "se han roto cristales de las grúas o echado azúcar a los depósitos".