El Gobierno de Aragón se encuentra llevando a cabo en estos momentos una revisión del plan de depuración del Pirineo y de los municipios con menos de 1.000 habitantes. No solo se tienen en cuenta las concesiones administrativas, sino que también se supervisa el tamaño de las instalaciones que se había previsto construir en un principio. El parón en el plan, debido en gran parte a los problemas presupuestarios derivados de la crisis económica, obliga a diseñar proyectos que resulten viables. Además, en el 2011 las empresas adjudicatarias hicieron ver que el canon de saneamiento, ideado para financiar la construcción de depuradoras, no era suficiente para cubrir sus gastos. El canon, por otro lado, ha generado malestar, pues se aplica incluso en municipios en los que todavía no se depura y además en el futuro aumentará su importe al 100%.