El mal tiempo frena una campaña turística navideña extraordinaria

El turismo invernal en Aragón, particularmente en el Pirineo, sí ha visto brotes blancos con un repunte en las pernoctaciones --no tanto en la restauración-- y una mejora significativa respecto al año pasado. Siempre queda un pero: varios hosteleros oscenses consultados coincidieron en que el inicio de la campaña navideña prometía ser extraordinario, pero el mal tiempo de los últimos días frenó la euforia. Aún así, se dan por satisfechos con haber mejorado los registros del 2013, y han rondado el lleno en los días clave como Nochebuena, Navidad, Nochevieja o Año Nuevo.

Según los datos que maneja el director de Horeca Huesca, Roberto Pac, la campaña ha de calificarse de "aceptable" por la mejora, con nieve en los valles. "Aunque dependemos del tiempo, y ha habido problemas puntuales en algunas pistas, hemos crecido". La ocupación ha estado entre el 80% y el 100% en las zonas Pirenaicas, bajando hasta un 70%, aproximadamente, conforme se alejaban de la proximidad de las pistas.

En el análisis coincidió el grupo Aramón, que a falta de balance oficial --lo dará previsiblemente hoy, con el último día que se prevé meteorológicamente bueno-- había contado con una "muy buena afluencia" en sus pistas durante la Navidad, según una portavoz.

EMPEORAMIENTO La opinión era más o menos la misma que en la estación de Astún, cuyo director comercial, Andrés Pita, indicó que "la primera parte de la Navidad fue muy buena", pero se fue volviendo "un poco peor, por el tiempo, en el Año Nuevo". "Queda un poco de desilusión porque empezamos muy bien, pero en conjunto no estamos descontentos", expuso.

El mal tiempo también estaba en boca de otras asociaciones de turismo, como la del Valle del Aragón, en la que indicaban que "no ha facilitado las cosas". En cualquier caso, también hablaban de "balance satisfactorio", como en el valle de Benasque. Aunque desde esta insistían en que "no hay datos fiables" aún de los resultados de la temporada.

El presidente de Horeca Huesca hizo hincapié en que la satisfacción general de los hoteleros no es tanta entre los restauradores. Algo en principio sorprendente, aunque no tanto: al parecer, con la crisis los clientes están generalizando la costumbre de llevarse la comida de casa, o buscar alternativas baratas para las comidas, aunque pagar el alojamiento sea inevitable.

También crece el uso de las segundas residencias, más rentables a la larga, y que aunque supongan una merma de ingresos para los hoteles contribuyen al crecimiento de los comercios de las localidades, como recordó Pac.

Los alojamientos alternativos tampoco se han podido quejar de clientela en las últimas semanas. Así lo aseguró al menos un vocal de la Asociación de Turismo Rural del Pirineo --que engloba en realidad a las comarcas del Alto Gállego y la Jacetania--, que cifró la ocupación "entre el 85% y el 90%" de media. "A última hora, al empeorar el tiempo, ha habido algunas cancelaciones o se han ido antes de tiempo, pero en general podemos estar contentos", expuso el vocal.

Criticó que el Gobierno de Aragón no controle el intrusismo e impulse la segunda vivienda en la zona. Pac, por contra, alabó las ayudas en forfaits por favorecer la afluencia.