El Tribunal Supremo ha anulado un Expediente de Regulación de Empleo (ERE) de la empresa metalúrgica Curbimetal, radicada en Alagón (Zaragoza) porque ocultó su contabilidad B a los representantes de los trabajadores durante el periodo de consultas.

En una sentencia, de la que da traslado a la Agencia Tributaria "a los efectos oportunos", la Sala de lo Social del Alto Tribunal confirma la resolución del Tribunal Superior de Justicia de Aragón, que declaró nulo por este motivo el ERE emprendido por la metalúrgica, que afectó a 38 trabajadores.

Dicha sentencia, avalada por el Supremo, consideró probado que desde 1999 el grupo de empresas del que formaba parte ésta y Cubiperfil atendían pedidos de clientes sin que constasen las operaciones comerciales en su contabilidad, de forma que el "precio de los materiales elaborados y suministrados era satisfecho directamente en metálico por los compradores, sin que tal ingreso tuviera tampoco reflejo contable".

En el verano 2012, Curbimetal decidió llevar a cabo el expediente alegando fuertes pérdidas económicas -que le llevaron a entrar en concurso voluntario en octubre-, pero solo informó a los sindicatos de su contabilidad oficial.

"La falta de entrega a los representantes de los trabajadores en el periodo de consultas de la contabilidad real de las empresas integrantes del indiscutido grupo a los efectos laborales", dicen los magistrados, "impidió una verdadera negociación durante las referidas consultas".

Con ello, la empresa incumplió el deber legal de "negociar de buena fe, con vistas a la consecución de un acuerdo".