Carmelo Aured admitió ayer, en la segunda sesión del juicio popular del caso Becerril que celebra la Audiencia de Zaragoza, dos datos incriminatorios.

Uno, a preguntas de la fiscala, fue reconocer la posesión de un documento sobre el FEIL (Fondo Estatal de Inversión Local) intervenido por la Policía en su vivienda que un informe de la Intervención Municipal de Zaragoza señala como de uso interno, "preparatorio para la toma de decisiones" y "sujeto a revisión". "Supongo que alguien --en referencia a sus empleados-- lo bajó de internet", se excusó.

El segundo se lo brindó su abogado defensor, César Ciriano, al explicar que el exconcejal Antonio Becerril le había entregado información sobre la licitación de cinco obras municipales cinco días antes de que, el 11 de julio del 2008, saliera en un boletín oficial. "¿Sabe que pueden tardar unos días hasta que salen publicados?", le preguntó el abogado. Aured respondió que sí.

La Fiscalía pide cuatro años de cárcel, 16 de inhabilitación y una multa de 398.000 euros para Becerril por tráfico de influencias, negociaciones prohibidas, cohecho y blanqueo, mientras que para Aured reclama dos años de prisión y una sanción de 300.000 euros por el primero de esos cargos.

CARGOS Acusa al exedil de pasarle al segundo información confidencial sobre contratas municipales que interesaban a empresas de amigos de este --ninguna logró adjudicaciones--, de intentar modificar la tramitación de un concurso, de cobrar sobornos --20.700 euros en tres años-- y de blanquear parte de ese dinero pagando afiliaciones al PSOE.

Becerril negó los cargos el lunes --el alcalde, Juan Alberto Belloch, declaró a los medios que cree su versión-- y Aured, ayer. "Nunca he obtenido ningún beneficio por cosas que hacía por favor", respondió cuando un jurado le preguntó, por boca del juez que preside la vista, "qué beneficio obtenía por las gestiones" que realizaba ante el exconcejal para sus amigos empresarios.

El exalcalde de La Muela se presentó ante el jurado como un filántropo. "Desde pequeño en mi casa me enseñaron a hacer favores a quien lo necesitaba", dijo. Y en este caso, añadió, "simplemente intenté ayudar a unos amigos que necesitaban ayuda y me lo pidieron".

En su declaración como acusado negó tanto que Becerril le diera un trato de favor --"yo dudo que a mi me diera nada que no estuviera publicado"-- como que le facilitara información confidencial --"a mí nunca me ha dado ninguna cosa extraordinaria para que me la guardara"-- o que influyera en la tramitación de contratas por indicación de él --"era una gran persona y uno de los hombres de confianza del alcalde, pero no para muchas cosas de las que aquí se insinúan"--.

Sin embargo, se mostró evasivo a la hora de explicar de qué hablaba cuando se refería por teléfono a "documentación interna", "obras en cartera", "las 40 que te pedimos" o "meterle mano al de Acciona".