La affectio maritalis había desaparecido". Ese es el argumento jurídico por el que la magistrada de la Audiencia de Valladolid María Teresa González Cuartero ha negado la indemnización de 130.000 que reclamaba a Blanca R., viuda de Rufino Arnanz y examante del Policía zaragozano José Manuel Martínez-Falero, a este último por el asesinato de su marido.

La jueza ha impuesto una pena de 18 años de prisión por un delito de asesinato a Martínez Falero, que deberá indemnizar a cada uno de los dos hijos de la víctima con 75.000 euros. La letrada del policía, la penalista zaragozana Olga Oseira Abril, recurrirá la sentencia ante el Tribunal Superior de Justicia de Castilla y León, al que reclamará que revoque la condena.

La magistrada considera acreditado que "la relación entre Blanca y Rufino se hallaba prácticamente rota", ya que ella "mantenía una relación sentimental e íntima con el acusado y continuó manteniéndola hasta marzo del 2012".

OPOSICIÓN

Sus hijos mostraban una "radical oposición" a esa relación, "fundamentada en considerar presuntamente al acusado culpable de la muerte de su padre". Ella, sin embargo, declaró en el juicio, celebrado hace unas semanas en Valladolid, que siguió con Martínez Falero tras la muerte de Rufino porque le consideraba "su tabla de salvación".

"No puede considerársela perjudicada a efectos económicos por la muerte de su marido", indica la sentencia, que anota que una indemnización de este tipo "debe relacionarse directamente con el efectivo daño moral sufrido por la persona que la solicita, en función de su relación con la víctima".

Por el contrario, la magistrada sí concede a los dos hijos de la víctima una indemnización, aunque la cifra en los 75.000 euros que solicitó el fiscal en lugar de en los 120.000 que reclamaban ellos.

"El dolor de los hijos", indica la resolución, "fue directamente presenciado por el tribunal del jurado", ante el que el menor de ellos, que seguía viviendo en el hogar familiar cuando su padre murió acuchillado la mañana del 21 de noviembre del 2011, efectuó una "desgarradora y valiente declaración".

Los dos estaban "totalmente destrozados y sobrepasados por la vil muerte de su padre, con quien ambos mantenían una relación estrecha y profunda". La jueza les otorga el resarcimiento económico "al margen de entender, como no puede ser de otro modo, que no tiene cuantificación económica alguna la pérdida sufrida".

RELACIÓN

José Manuel y Blanca, que habían sido novios en la adolescencia, recuperaron el contacto en el verano del 2009 a través de internet.

Iniciaron, según declaró probado el jurado, "una relación sentimental e íntima" con frecuentes llamadas telefónicas, intercambios de correos electrónicos y citas en hoteles.

A finales de ese verano Rufino ya conocía la relación, cuyo avance trató de impedir para intentar salvar su matrimonio. Eso originó varios enfrentamientos verbales entre él y José Manuel por teléfono y por correo electrónico, dictaminó el jurado.

Tras el crimen, los amantes mantuvieron durante cuatro meses la relación. Esta terminó el 29 de marzo del 2012, cuando ella, en una fuerte discusión telefónica, le dijo: "me han quitado lo que más quería, en la vida, no me puedes hacer esto".