Zaragoza se ha convertido en un modelo de gestión de los recursos hídricos. Así lo destaca en una publicación el diario británico The Guardian que en la que se resalta que la capital aragonesa haya sido capaz de reducir su consumo de agua en un 27% en apenas una década.

En su artículo pone de relieve que tras los importantes problemas de sequía sufridos por España en los años 90, con importantes afecciones en las cosechas e incendios forestales, "cuando las lluvias volvieron a caer, las ciudades se apresuraron a asegurar cuotas y establecer restricciones, Zaragoza tomó un enfoque muy diferente".