Este exmiembro de los GRAPO confesó que el empresario zaragozano Publio Cordón está muerto y enterrado. No dijo que lo asesinaron, sino que sufrió un accidente, pero que la banda terrorista a la que pertenecía decidió enterrarle en un lugar ideterminado de Mont-Ventoux, en Francia. La Guardia Civil y la Gendarmería francesa hicieron intensos rastreos, incluso con el uso de georadar, pero el resultado fue negativo. A él se le aplicó por primera vez la prueba N-400, que fue autorizada junto a la P-300 a condición de que la familia Cordón --su viuda, Pilar Muro-- corriese con los gastos.