Aunque la vista se acomoda a la distancia a la que están los objetos, la especie humana no ha evolucionado para fijarse en exclusiva en el mundo de lo pequeño. Cuando pierden versatilidad por un exceso de visión cercana, la primera sugerencia es evitar el sobreesfuerzo: recurrir a lentes graduadas y parpadear con frecuencia. Evitar el enrojecimiento con baños de agua si es preciso puede evitar la sequedad que llega a dificultar la visión. Cuanto más pequeño, más sobreesfuerzo.