Las dos farmacias de Zaragoza investigadas en la Operación Convector que permanecían cerradas al público pronto reabrirán. El magistrado del Juzgado de Instrucción número 3 de Teruel, Jerónimo Cano, firmó ayer sendos autos en los que ordenaba a la Guardia Civil desprecintar estos dispensarios situados en Romareda y Valdespartera.

Los titulares de estas boticas, José Ortiz y los hermanos Domingo y Carlos Alquézar, a través de sus abogados Francisco Javier Acín y Carmen Cifuentes, así lo habían solicitado, después de quedar en libertad con cargos, pero no podían ejercer su labor, a diferencia de otros encausados en esta red de venta ilícita de medicamentos.

Solo en las farmacias investigadas en Aragón el instituto armado ha detectado la distribución de más de 123.000 envases, con una facturación superior a 1.460.000 euros.

Hasta la fecha hay 37 imputados y se han registrado farmacias y almacenes de Zaragoza, Teruel, Valencia, Barcelona, Granada y Málaga.

La trama usaba la distribución inversa para lograr la reventa. Vendían legalmente cierta cantidad de medicinas, compradas por las farmacias a un almacén distribuidor o un laboratorio, según la lista de demanda. Solo se quedaban con una pequeña parte y el resto lo desviaban para su venta en Europa.