Miles de habitantes de las comarcas orientales de Huesca participaron ayer en las distintas romerías que se celebraron en el Cinca Medio, La Litera y el Somontano con motivo de la celebración del Lunes de Pascua, que es festivo en determinadas localidades. La más multitudinaria fue la que se organizó en Monzón para ir a la ermita de la Alegría, en la que se cree que tomaron parte unos 6.000 vecinos, según fuentes municipales.

Muy cerca, en Binéfar, se celebró asimismo otra fiesta local, una de las jornadas que movilizan con más fuerza a los residentes. Se trata de la popular romería de San Quílez, en la que los más andarines se dirigieron, como todos los años, a la sierra de San Quílez por el conocido como camino natural para ver a la Virgen y participar en un desayuno de alforja con distribución gratuita de comida.

Asimismo, en el Somontano de Barbastro empezaron las tradicionales romerías al monasterio de El Pueyo. Se trata de una antigua costumbre en la que participan más de medio centenar de poblaciones y que se prolonga hasta el mes de mayo. Gira en torno a la aparición de la Virgen en ese paraje a un pastor en tiempos remotos, pues existe constancia de que determinados pueblos ya iban en romería al cenobio en el siglo XIII.

En el caso de la marcha a la ermita montisonense de la Alegría participó por primera vez el nuevo obispo de la diócesis de Barbastro-Monzón, Ángel Pérez, que ofició una misa ante los miles de asistentes.

Por la gran cantidad de participantes, se considera el día de la romería a la Alegría como una de las principales fiestas locales de Monzón, cuyo ayuntamiento ha firmado un convenio con la entidad que cuida la ermita para invertir 12.000 euros en el mantenimiento de la escalinata de acceso.

La fiesta abarca prácticamente toda la jornada, pues una vez concluida la romería los participantes se distribuyen por las casetas montadas al efecto, los restaurantes y los locales de las peñas de la localidad.