Mervan es un joven sirio de 27 años que trabajaba de pintor en su país. Tuvo que abandonarlo y dejar a su familia y amigos atrás para buscar un futuro "seguro". "Estamos deseando que vengan nuestros amigos desde los campamentos porque la situación es muy delicada", relató. El joven sirio está más preocupado por el futuro de los que se quedaron que por la vida que comienza en España. "Quiero pedir al Gobierno que ayude a los demás lo antes posible, me gustaría que estuvieran en la misma situación que nosotros". Su prioridad ahora es aprender el idioma y encontrar un trabajo, "el que sea".