Pasaban varios minutos de las tres de la mañana del domingo cuando un matrimonio zaragozano se despertó sobresaltado ante los ruidos que salían de la entrada. Sigilosamente salieron a ver qué pasaba. La sorpresa es que no era un objeto que se había caído o un ladrón que estaba intentando entrar en la vivienda, sino que un hombre vestido de mariachi había accedido y se encontraba tumbado en el suelo del pasillo.

Inmediatamente, el dueño del piso llamó a la sala del 091 del Cuerpo Nacional de Policía para alertar de lo que estaba viviendo. Rápidamente se trasladaron hasta allí varias patrullas de la Brigada de Seguridad Ciudadana que no hicieron más que confirmar esta curiosa presencia, así como detener al hombre, identificado como A. A. C. O., como supuesto autor de un delito de allanamiento de morada. Los agentes le dieron la vuelta e intentaron despertarle para saber por qué estaba ahí. No respondió. Y es que su elevado consumo de bebidas alcohólicas le impedía articular palabra. Del suelo de esta vivienda. situada en el barrio Delicias, fue enviado a los calabozos de la Jefatura Superior de Policía de Aragón.

Este hombre que iba vestido de mariachi llevaba consigo un juego de llaves, por los que la Policía intentó comprobar si la casualidad había hecho que esta persona accediera a la casa gracias a que las llaves pudieran coincidir, si bien no fue así. Es por ello que los agentes tratan de averiguar cómo pudo entrar sin llegar a romper la cerradura ni haber utilizado ningún tipo de instrumento, más propio de las bandas itinerantes que asaltan viviendas, como es el bumping - técnica que consiste en presionar ligeramente la llave con un objeto, haciendo saltar los cilindros de las cerraduras y así poder abrirla- o mediante otra forma más sencilla como es el resbalón en los casos en los que no se ha utilizado ninguna llave.

Todo apunta a que la puerta se habría cerrado de forma errónea y este hombre tan solo tuvo que apoyarse sobre la puerta para caer sobre la entrada. Lugar en el que fue descubierto por los propietarios.

Ante lo sucedido y la falta de peligrosidad del detenido, el matrimonio zaragozano decidió retirar la denuncia contra este hombre. El caso estará en manos de la Fiscalía Provincial de Zaragoza que tendrá que decidir se actúa de oficio en este asunto que, según la legislación vigente, podría ser visto por un jurado popular. En ese caso, este hombre se enfrentaría a la pena de prisión de entre seis meses y dos años que establece el Código Penal. Si para la comisión del mismo hubiera empleado violencia o intimidación la pena de prisión será de uno a cuatro años y multa de seis a doce meses.

La serenata o la jornada laboral del mariachi finalizó de una forma más sonada de lo habitual, mientras que la familia zaragozana afectada seguro que, desde ahora, está pendiente de evitar sustos así.