Además de sus tareas habituales como bombero en la comarca del Alto Gállego, Óscar Pueyo y el resto de sus compañeros están estos días muy pendientes de la evolución del tiempo. Él fue uno de los que tuvo que trabajar el pasado domingo, cuando el temporal dejó grandes cantidades de nieve en el Pirineo. Su función se centró en limpiar, con ayuda de una máquina quitanieves, las principales carreteras del valle de Tena así como el acceso a varias localidades como Tramacastilla, Sallent de Gállego y Piedrafita de Jaca.

«Estuve desde las siete de la mañana hasta las 10 de la noche trabajando con el camión para limpiar el asfalto. El problema es que nevó tanto que en poco tiempo todo volvía a cubrise con más de 20 centímetros de nieve», explicó Pueyo. Para estos profesionales el protocolo invernal se activa en diciembre y dura hasta mediado de marzo. Para cubrir todas las incidencias que puedan surgir en ese periodo de tiempo realizan guardias de nieve, para que todos los días haya bomberos preparados para salir ante cualquier llamada. «La semana pasada había alerta roja y estuvimos muy pendientes del tiempo. Recibimos una llamada de SOS Aragón y enseguida nos pusimos a trabajar, no hay que perder tiempo», apuntó.

Un total de 16 máquinas fueron necesarias el pasado domingo para limpiar las carreteras del Alto Gállego mientras que normalemente se utilizan ocho. Este camión también sirve para echar sal y evitar la creación de placas de hielo. «Desde que empezó el episodio de nieve la semana pasada, ya hemos echado más de 180.000 kilos en las carreteras. La prevención es muy importante», manifestó. Para el abastecimiento de sal cuentan con un silo en Sábiñanigo y varios centros en otras localidades.