Las obras de derribo de las naves en ruinas del entorno de la ermita de Miralbueno, entre el camino del Pilón y las calles Vistabella y Antonio Layus, ya han comenzado. Con una superficie de alrededor de mil metros cuadrados, la junta de Miralbueno, presidida por Alberto Casañal (C’s), pretende impulsar la construcción de una zona verde, un auditorio al aire libre y una espacio infantil que «permita realizar ahí las actividades y dar servicio a un barrio que carece de pabellón y salón de actos en condiciones», declaró Casañal.

Se trata de una intervención de urgencia cuyo coste se estima en torno a 70.000 euros y que se ejecutará desde el presupuesto del área de Urbanismo. El concejal del área, Pablo Muñoz, indicó que, una vez finalizados los trabajos, «se hará realidad una reivindicación vecinal desde hace más de 15 años, que devolverá un nuevo espacio al barrio».