El Pleno de las Cortes de Aragón ha aprobado hoy definitivamente la ley que modifica el impuesto de Sucesiones y Donaciones para elevar el límite exento de pago desde los 150.000 a los 500.000 euros por persona, sin considerar el patrimonio preexistente como ocurría hasta ahora.

La nueva norma ha salido adelante con los votos a favor de PP, PSOE, PAR y Ciudadanos, y en contra de Podemos y Grupo Mixto (CHA e IU), grupos de la izquierda que han vuelto a criticar esta rebaja en el impuesto, que se adopta gracias a un acuerdo previo al que llegó el PSOE con Ciudadanos en primera instancia y después con el PP y el PAR.

La entrada en vigor de la reforma, que el PSOE ha aceptado para evitar que los aragoneses paguen más por este concepto que los ciudadanos del resto de comunidades, tendrá lugar el 1 de noviembre para poder adaptar los cambios al sistema informático.

En la exposición de motivos se reconoce de que a pesar de que en los últimos años más del 95 por 100 de los contribuyentes han quedado liberados del pago del impuesto por heredar menos de 150.000 euros, para el 5 por 100 restante la normativa aragonesa era una de las que presentaba "un menor grado de beneficio fiscal".

También se asegura en esta exposición de motivos que al margen de la reforma, el Gobierno de Aragón ha emprendido una actuación para reclamar al Estado el ejercicio de su titularidad sobre el impuesto para lograr una armonización en todo el territorio nacional.

Los grupos del centroderecha se han felicitado por que al fin se haya conseguido la rebaja frente, según ha dicho desde Ciudadanos Javier Martínez, la "impostura" de la izquierda, que no está trabajando "para todos" los aragoneses, argumento en el que ha coincidido Elena Allué (PAR).

Martínez se ha felicitado de que se haya "subsanado un error" gracias al "clamor popular", al que también se ha referido Antonio Suárez, del PP, quien ha reconocido el "trabajo" llevado a cabo, con recogida de firmas y manifestaciones, por la asociación Aragón Stop Sucesiones.

Suárez ha atribuido a su partido gran parte del mérito de la reforma, que ha sido posible "gracias a la lealtad del PP con todos los aragoneses", con un trabajo al que "bastante más tarde" se sumó Ciudadanos y después, "por conveniencia política", el PSOE.

Ha anunciado, además, que al PP le queda un "largo recorrido" en la reclamación de más cambios en la fiscalidad aragonesa.

Allué, además, ha enfatizado que el Gobierno de Aragón "ha reculado" con esta reforma, ha dicho es una "falsedad" el argumento de la izquierda de que la modificación es "solo para los ricos"

"La presión de la calle y la proximidad de las elecciones ha hecho que ahora el Gobierno sí vea la necesidad de reformarlo", ha insistido.

En el lado contrario, Héctor Vicente (Podemos) ha negado que 24.000 personas se vayan a ver beneficiadas, sino solo "un puñado" de ellas que tienen "el riñón bien cubierto" y por las que la derecha "sí que se mueve, y bien rápido".

Ante el anuncio del PP de que ahora intentará rebajar nuevos impuestos, Vicente le ha transmitido al PSOE que podrá contar con la formación morada si tiene finalmente "las agallas" para "resistir".

Desde CHA, Gregorio Briz ha recordado que su propuesta era recuperar por la parte de arriba el dinero que se iba a dejar de recaudar por abajo, mientras que Patricia Luquin ha censurado "las formas" de tramitación de la norma en una ponencia que "duró 19 minutos", pero también el fondo de la propuesta, que elimina un impuesto que en las sociedades más igualitarias juega "un papel fundamental".

Alfredo Sancho (PSOE), finalmente, ha insistido en que la reforma responde a un compromiso del Ejecutivo y ha agradecido el consenso en la ponencia.