Tres semanas de laboriosas pesquisas ha costado a la Guardia Civil resolver el caso de la mujer hallada muerta, con evidentes signos de violencia, en un parque eólico situado en las proximidades de Sos del Rey Católico. Las investigaciones llevadas a cabo han llevado hasta un cámping de la localidad de Saint-Sever, en las Landas francesas, donde fue detenida el pasado 5 de septiembre una mujer gala de 54 años como presunta autora del crimen y que, al ser interrogada, reconoció su culpa.

Ambas, víctima y agresora, eran amigas y habían venido a España de turismo en el coche de la primera, llamada Pascale L. y natural de una localidad del departamento de la Gironda, Matignas-sur-Jalle. Pasaron un tiempo recorriendo localidades de Huesca, Navarra y Zaragoza. En esta última, hallándose en Sos del Rey Católico, la sospechosa pudo cometer el crimen, según ha podido determinar la investigación.

A continuación, la detenida trasladó el cadáver a la zona cubierta de molinos de viento que se extiende a un lado y otro del puerto de Sos y allí lo dejó abandonado antes de regresar a Francia en el coche de la fallecida.

El cuerpo fue hallado casualmente por un empleado del parque eólico el 18 de agosto. Avisada la Guardia Civil, la Policía Judicial se hizo cargo del caso y comprobó que la víctima era una mujer de mediana edad y raza blanca y que presentaba signos de violencia. Además, verificaron que no llevaba documentación ni efectos personales.

ORDEN EUROPEA / Se pudo determinar que el crimen no se había cometido en el lugar del hallazgo del cadáver, sino que se había trasladado a ese punto con el fin de ocultarlo. La autopsia estableció que la muerte se produjo por estrangulamiento y que el cuerpo presentaba varios golpes y dos heridas punzantes sangrantes, producidas por algún tipo de arma blanca. La muerte, por los síntomas estudiados, se debió de producir pocos días antes de que fuera descubierto el cuerpo, seguramente el 15 de agosto, según la emisora gala France3.

El 23 de agosto se logró establecer una línea de investigación que permitió averiguar que tanto la muerta como la autora del hecho eran dos mujeres francesas. Con las informaciones recabadas se pudieron reconstruir los últimos movimientos de ambas antes del crimen y se remitieron a la Policía francesa, la cual, mediante una orden europea de investigación, se centró en la búsqueda de la sospechosa.

Tras determinar que la autora estaba en un cámping de Saint-Sever, los investigadores de la Guardia Civil se desplazaron a ese lugar y, durante el examen del turismo empleado en el homicidio, se halló documentación y ropa de la víctima. Además, aparecieron restos de sangre en distintos puntos del vehículo. A la detenida se le imputa un delito de homicidio, otro de usurpación del estado civil y un tercero de estafa, ya que utilizó la identidad de la fallecida, así como sus tarjetas bancarias. La investigación sigue abierta y no se descarta la implicación de más personas en el suceso.