Corren nuevos tiempos en el Justicia de Aragón, la tercera autoridad de la comunidad. El cambio se percibe en el mismo informe sobre la actividad desarrollada el pasado año por la institución, que dirige el juez Ángel Dolado desde el pasado mes de abril. La principal novedad es la reducción cuantitativa del número de reclamaciones tramitadas debido a que se aplica un nuevo sistema para su gestión, al pasar de 2.938 quejas de 2017 a 1.784 expedientes en el 2018.

La aparente caída de la actividad no es tal, ya que ahora se tramitan como un único expediente aquellas quejas que, aunque presentadas de forma individual, se referían a una misma cuestión. El mismo criterio se ha seguido cuando se han presentado quejas con pluralidad de firmantes afectados. Esta medida ha supuesto una reducción muy considerable en el cómputo total de expedientes en relación a ejercicios anteriores.

Para explicar este nuevo método de tramitación, el Justicia detalló que la semana pasada recibió 616 quejas relacionadas con las infraestructuras y servicios de Teruel que están siendo resueltas en solo dos expedientes. Este labor de síntesis se refleja en el propio informe, compuesto por 262 páginas frente a las 2.118 que tenía el del año anterior.

Igualmente, se han reducido sistemáticamente a lo mínimo imprescindible los expedientes efectuados de oficio, que ascendieron a 64 frente a las 169 de 2017. «Tenemos que actuar en los casos en que la relevancia y el interés general se vea de forma evidente. Dicho de otra manera: no podemos salir a pescar quejas», recalcó Dolado. Aumenta, sin embargo, el número de sugerencias y recomendaciones, de 221 en el 2017 a 237 en el 2018 (16 más). De estas, 106 fueron aceptadas (el 45% por total), 31 no aceptadas, 15 no contestadas y 85 están pendientes de respuesta por parte de las administraciones.

Dolado entregó ayer el documento a la presidenta de las Cortes de Aragón, Violeta Barba, a la que pidió poder rendir cuentas de su gestión en el Parlamento lo antes posible para evitar que su comparecencia se dilate al final del año por el próximo proceso electoral. Recalcó también que, pese al cambio de titular, el Justicia mantiene de «forma cualitativa» la atención a los ciudadanos en sus reclamaciones. «Lo que queremos es trabajar en el día a día y ser útiles a la sociedad en aquello que podamos», afirmó.

Dolado se definió como un Justicia «proactivo» más que «reactivo» en la defensa de los derechos y libertades de los aragoneses, a fin de «actuar de forma más ágil». Abogó así por una actuación preventiva y de educación ante las administraciones sujetas a supervisión. «En muchas ocasiones obtenemos soluciones a problemas que ni siquiera tienen número de expediente», aseveró.