La campaña de alergia al polen del ciprés, cuya floración se extiende hasta finales de marzo, se prevé este año más intensa en Aragón (y en España en general) debido a la ausencia de lluvias durante este mes y el anterior. Esta situación, que ha provocado el adelanto de los síntomas y de las afecciones, difiere de años anteriores, cuando hubo más precipitaciones y eso supuso una polinización baja.

El ciprés es la primera de las alergias en aparecer esta temporada y su presencia ya se nota en las consultas de los alergólogos, donde han acudido en la última semana pacientes aquejados de ojos irritados, estornudos repetitivos y mucosidad. «Según los datos que manejamos podemos hacer una previsión general y sí que podemos confirmar que este año va a ser peor que en el 2018. La polinización es intensa y las cifras ya son altas», aseguró ayer a este diario Ignacio Pérez Camo, responsable de la sección de Alergología del hospital Royo Villanova, en Zaragoza.

El especialista reitera que la polinización es «muy variable» de año en año según la climatología, por lo que en una misma zona geográfica se pueden dar variaciones al año en la cantidad de concentración de polen «de hasta cinco veces». Según los datos históricos, siempre en función de las precipitaciones, el 2015 y el 2017 fueron temporadas peores para los alérgicos al polen del ciprés y las arizónicas, mientras que el 2014, 2016 y 2018 registraron datos más suaves.

Mayor relevancia / Pérez Camo incidió en la «importancia» que ha adquirido la polinización del ciprés en los últimos quince años. «Antes afectaba a un porcentaje muy pequeño de población, pero ahora ya perjudica a más de la cuarta parte de los alérgicos. Es decir, ha pasado de ser un polen irrelevante a colarse en importancia en el tercer o cuarto puesto», añadió el doctor del Royo Villanova.

Entre los motivos, el especialista apunta al modo de vida y a la ornamentación que, cada vez más, se presenta en las viviendas con zonas ajardinadas. «Hay muchas cupresáceas, que son más tipo arbusto, y cipreses que rodean las casas o zonas comunitarias con los vecinos», señaló.

Por zona, Aragón y, concretamente, Zaragoza se encuentran en la zona media baja de presencia de polen de ciprés, mientras que respecto al plátano la capital aragonesa es una de las que más concentración presenta cuando llega la campaña. «Aquí también el viento puede motivar mucho el movimiento de polen y remover en el ambiente esa alergia, sobre todo hay que tener especial cuidado con los parques y las zonas ajardinadas», dijo Pérez Camo.

Respecto al perfil, el experto apuntó que las alergias por lo general «suelen afectar más a la gente joven que a la gente mayor», aunque no hay claro patrón determinado por paciente.