El Gobierno de Aragón ha concedido una ampliación de un año de contrato a cinco maestros que se encargan de las aulas TEA (Trastornos del Espectro Autista) en otros tantos centros educativos de la comunidad, para facilitar la transición con los profesores que les darán el relevo al habérselo ganado por concurso de traslados. La DGA solventa así el malestar de los padres, que consideraban que un cambio brusco de docentes de un año para otro podía repercutir negativamente en su educación. Un grupo de afectados llevaba más de 3.100 firmas recogidas en change.org contra el relevo.

La polémica ahora resuelta, está por ver si a gusto de todos, surgió cuando estos profesores, que desempeñaban el cargo desde hace unos años en comisión de servicio (por su formación especializada), descubrieron hace pocas semanas que sus plazas habían sido ocupadas con un concurso de traslados convocado a finales del año pasado, del que no habían tenido noticia. De hecho uno de los puntos de fricción era que no había habido aviso aunque, según fuentes de la DGA, la única forma de comunicación es la publicación en los boletines oficiales.

En cualquier caso, los padres se inquietaron por el cambio, no solo porque consideraban que los actuales docentes lo estaban haciendo bien y tienen formación específica, sino porque sus hijos «son muy sensibles a los cambios, y buscábamos que tuvieran estabilidad», explicaba Mamen Gil, la madre de un alumno del aula TEA del colegio Cortes de Aragón de Zaragoza.

Ella y otros padres del centro se reunieron con el área de Educación del Gobierno de Aragón, que finalmente propuso como solución que estos docentes tuvieran un año de prórroga para que los alumnos pudieran acostumbrarse a los nuevos profesores con los antiguos. «No es exactamente lo que queríamos pero entiendo que la solución es buena. Creo que tendrían que haber tenido en cuenta a los alumnos, no solo acordar con los sindicatos», añadía Gil.