Un juzgado zaragozano suspendió ayer el desahucio de Rosa y de sus dos hijos menores de edad de un piso de la calle Mornes de la capital aragonesa. En los momentos previos a la comunicación de esta medida que le hizo llorar de la emoción estuvo acompañada por activistas de la PAH, de Stop Desahucios y por el 8-M que se unió a la causa.

Rosa se enfrentaba al desahucio por no poder pagar la hipoteca de su pequeño piso, un tercero sin ascensor en el barrio zaragozano de San José por el que le cobraron 178.000 euros más un segundo crédito que le colocó Kutxabank cuando fue a negociar una solución por primera vez.

Desde la PAH, Begoña Leza, explicó que lo que reclama la propia perjudicada y el colectivo del que ella es portavoz es «la dación en pago. Lo que consideramos justo es que si entregamos el piso, se salde la deuda porque ha tenido hasta el sueldo embargado».