Alrededor de medio centenar de personas se manifestó ayer en Zaragoza para solicitar que Telepizza asuma los atrasos y el pago del Salario Mínimo Interprofesional (SMI) a sus trabajadores, en una jornada de huelga en la que, además de los empleados de la empresa de comida a domicilio, se sumaron los repartidores de Uber Eats y Glovo, quienes apoyaron la causa y solicitaron también mejoras en sus condiciones laborales.

La marcha, convocada por los sindicatos UGT y CGT, comenzó pasadas las 19.30 horas en las puertas de una tienda de la empresa, en una tarde en la que el calor no tuvo misericordia pero que, sin embargo, no desanimó a los participantes. Lo hicieron tras una pancarta principal con el eslogan 29J. Huelga de precarios. ¡Basta de precariedad! y con el sonido constante de silbatos.

DEUDAS

«Venimos a exigir que nos paguen íntegramente el SMI que la empresa desde enero se niega a pagarnos», dijo el presidente del comité de empresa de Telepizza en Zaragoza y delegado electo por CGT, Asier Uvico. El mismo explicó que en junio se realizó un traspaso con la franquicia y que ni la empresa actual ni Telepizza se hacen cargo del pago «de las deudas», en referencia a la subida del SMI decretada por el Gobierno de España en enero.

También detalló que, en la actualidad, los tres centenares de trabajadores de la compañía en la capital aragonesa cobran «entre 250 y 280 euros» por contratos de 50 horas, «unos 5 euros la hora». «Nuestra mayor demanda es que ha habido un decreto y pedimos recibir la subida salarial del SMI. Telepizza está haciéndonos perder el tiempo. Es una empresa ultraprecaria, con salarios de miseria y con mucha rotación. No podemos permitir que cientos de trabajadores se vayan y no lo cobren, que es lo que pretende la empresa», relató el representante sindical.

El portavoz de los trabajadores de Uber y Glovo, Darwin Henríquez, señaló que se han visto «obligados» a sumarse a esta huelga «porque la situación es insostenible». «Cada vez ganamos menos y pagamos más impuestos. Somos falsos autónomos, solo lo somos para pagar impuestos pero no para recibir beneficios», se lamentó. Relató que entre sus reivindicaciones figuran el incremento de la base del salario por cada pedido hecho, que «antes estaba en 3 euros y ahora en 2,6». También, una subida en el kilometraje y en el tiempo de espera y que retiren el alquiler de la plataforma, por el que pagan 5 euros. «Estamos indefensos porque la empresa no nos escucha y ya no sabemos qué hacer», concluyó Henríquez.

La marcha, en la que participaron representantes políticos como el coordinador general de IU en Aragón, Álvaro Sanz, discurrió entre pitos y consignas como Telepizza págame mi salario de una vez y concluyó en la plaza de España, donde leyeron un comunicado.