La Policía Nacional detuvo el pasado 9 de noviembre en Zaragoza a un hombre que, sin permiso alguno, estaba haciendo obras de albañilería de noche en un local lleno de material inflamable y pirotécnico. La combinación era una bomba en potencia y una patrulla, al darse cuenta del riesgo, entró en el establecimiento, situado en la carretera de Castellón, y detuvo al sospechoso, C. S. L., de 36 años. Además, se le incautaron distintas sustancias estupefacientes y nueve cartuchos de los empleados en pirotecnia.

El sospechoso trabajaba con la puerta abierta pasada la media noche y los agentes, que estaban haciendo una ronda para evitar robos nocturnos, entraron a hacer una comprobación. Enseguida se dieron cuenta de que el albañíl, que también llevaba entre manos unos trabajos de carpintería, estaba fumando un porro que podía ser de marihuana.

Pero lo peor era que, muy cerca de él, había sustancias químicas, como disolventes, que son muy inflamables y, una vez abiertos, deben estar en un espacio con ventilación. Y, a corta distancia, en el mismo local, los policías encontraron nueve cartuchos pirotécnicos de unos 25 centímetros de largo.

Pero la inspección ocular aún depararía más sorpresas. Los miembros de la patrulla hallaron un alijo de droga copuesto por 25 pastillas de éxtasis de color rosa, dos bolsas de speed con un peso total de dos gramos, tres bolsas de marihuana que pesaban 56 gramos y dos piedras de hachís que sumaban 11 gramos más.

C. S. L., según informó el Cuerpo Nacional de Policía, no había adoptado ninguna medida de seguridad, por lo que corría un grave riesgo personal. Además, su actividad generaba un gran peligro de incendio y explosión tanto en el local donde estaba trabajando como en los establecimientos colindantes.

A todas estas irregularidades se sumaba el hecho de que carecía de los permisos obligatorios para hacer trabajos de albañilería y carpintería, al margen de que carecía de autorización para estar en posesión de los artefactos explosivos.

El sospechoso, que cuenta con antecedentes policiales, alguno de ellos por hechos similares, fue puesto a disposición judicial el mismo día de su detención. El juez ordenó su puesta en libertad tras imputarle varios delitos.