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DOBLES PAREJAS

Héctor Alonso: "Ahora todo son titulares, nadie busca detrás de la frase"

Héctor Alonso: "Ahora todo son titulares, nadie busca detrás de la frase"

Este diseñador de Remolinos expondrá a partir del sábado en Alagón, en el centro cívico Antonio Fernández Molina, sus objetos imposibles, una selección de imágenes en 3 dimensiones que buscan despertar interrogantes en el espectador.

—¿En qué consiste esta exposición?

—Son imágenes en 3D con las que no me he conformado en mostrar un objeto, sino en buscar un interrogante con esa imagen, buscar una motivación al espectador para que se haga preguntas. Estamos en un momento en el que todo es muy sintético, todo son perlas, y nadie se para a pensar. Son todo titulares, nadie busca detrás de la imagen, de la frase.

—Busca que el espectador indague…

—Sí, motivarlo. Cuando las ve, la primera vez, dice “¿esto qué es?”, porque no estamos acostumbrados, nos lo dan todo hecho, masticado. El ejemplo es una hamburguesa: antes de comerla, ya la hueles, ya te traslada. Estamos acostumbrados a comer algo que en el primer bocado y en el primer olor te diga ya lo que es. Nadie mastica el alimento, y nadie mastica la pregunta y la imagen. No se pregunta el porqué de esa imagen, lo ve y ya está.

—La exposición también refleja estos tiempos, como esa imagen del bufón de la revista ‘El Jueves’ a punto de ser guillotinado…

—Exacto. Es una guillotina con ese bufón a punto de caer. Y la pregunta es, ¿quién tiene derecho a decir lo que necesita el pueblo?

—Corren malos tiempos para la expresión...

—Sí, malos tiempos. Ahora todo hay que tocarlo con mucho cuidado. Yo me he autocensurado a veces. Y sin embargo, de vez en cuando te sorprendes. Por ejemplo, el párroco del pueblo fue a ver esta exposición y resultó ser el que más preguntas me hizo a mí y a sí mismo y nada le causó malestar. Sin embargo, hay personas que han venido muy dignas y que son los primeros que ponen problemas a la imagen. Te dicen: “Esto está al límite…”. Lo bonito es acompañar a la gente y dialogar sobre lo que están viendo, porque necesitan varias imágenes para acostumbrarse a ese nuevo reto que te está poniendo. Es una motivación para que busques dentro de ti y ver qué te inspira.

—Además, en esta ocasión van acompañadas con textos de su hijo Borja...

—Le hemos dado una vuelta para ayudar al espectador. Mi hijo, que escribe, hace unas reseñas -de las imágenes- pero es su idea, no la mía ni la del espectador. Ahí está la gracia. Te pone un camino, te hace un ejemplo de qué podría ser. Y ahí, el que lo ve, tiene que motivarse y decir “esto podría ser tal o cual cosa”.

—¿Cómo le gustaría que se fuera el visitante de la exposición?

—Que le sirviera para recapacitar sobre a dónde vamos y qué estamos haciendo con todo alrededor nuestro, sobre todo en el sentido de la comunicación. Nos estamos perdiendo, no profundizamos nada. Sin embargo, lo bonito es llegar al fondo de las cosas. Hay que indagar por qué suceden los problemas o las noticias. Un titular fuera de contexto puede ser una cosa u otra. La gente no se preocupa por conocer las causas. Estamos totalmente esposados a los titulares y a las prisas, a la inmediatez.

—¿Y de qué manera surgen estos primeros objetos imposibles?

—Yo soy diseñador industrial y para buscar nuevos recursos y nuevas formas, en vez de hacer algo simple, buscaba algo que hacer que a mí me enriqueciera, a la vez de practicar y aprender. Una vez que lo tenía hecho, si me gustaba, se lo enviaba a los amigos para que ellos pusieran un titular a esa imagen virtual que, por supuesto, para mí tenía preguntas. Con eso jugábamos los amigos, a ver cuál tenía más ingenio.

—En esta exposición incorpora nuevos objetos....

—Sí, poco a poco se va alimentando la colección. Habrá a lo mejor 45 o 50 imágenes, pero ya tengo 200. Empiezas con una y poco a poco se va complicando la cosa, que las imágenes sean de diferentes estilos y con diferentes preguntas. Que no se repitan.

—¿Cómo es eso de exponer padre e hijo?

—Es, para mí, un orgullo muy grande. Es como un sueño, una cadena como el ADN. Que me siga en las inquietudes. Lo importante es eso, ver que tu hijo también tiene inquietudes es lo que más me enorgullece. Y ahora nos retroalimentamos. El siguiente proyecto es que a todos los textos cortos que está haciendo, yo les voy a poner imagen. Será al revés.

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