El párking de la plaza Salamero de Zaragoza ha cerrado de urgencia y por seguridad después de que por la mañana se haya producido un «abombamiento» del techo de la primera planta. Una parte de la estructura del forjado que abarca 400 metros cuadrados de superficie se hundió entre «dos y tres centímetros», por lo que los técnicos municipales recomiendan que se limite la entrada de nuevos coches a las instalaciones, aunque sí que se permite el acceso a aquellos que tienen su vehículo aparcado y quieran sacarlo al exterior. Este jueves se iniciarán los trabajos para poder conocer las causas y, sobre todo, para poder analizar el estado de la estructura de todo el subterráneo y confirmar que no hay riesgo de derrumbe. El tránsito peatonal por la plaza también se ha limitado en la zona en la que se encuentra el quiosco de flores.

El hundimiento se ha detectado en la mañana de este martes y no ha afectado a ninguno de los vehículos que se encontraban estacionados. Aunque en un primer momento se había decidido cerrar solo la primera planta, de las tres existentes, pero sobre las 19.00 horas, y tras una primera inspección, se ha acordado cerrar la entrada de nuevos coches por seguridad y hasta que se pueda confirmar que este abombamiento no puede afectar a otras zonas.

Los coches que estaban aparcados bajo el techo dañado y que no fueron retirados por sus propietarios, se movieron con grúas a otras zonas del párking más seguras, mientras Bomberos, personal municipal y de la contrata que explota el subterráneo (Indigo), apoyados por una consultora externa experta en estructuras, valoraban los daños detectados, el alcance de la afección y las posibles causas del hundimiento.

Según informan desde el área de Infraestructuras, el principal problema tiene que ver con el deteriorado estado en el que se encuentra el forjado, al tratarse de unas instalaciones muy antiguas, de los años 80. A la espera de conocer la investigación, explican que han podido afectar las últimas tormentas dado que la estructura se ha visto expuesta a una mayor presión por las balsas de agua generadas. También se esta retirando la tierra de los parterres para restar peso.

Se trata de un primer análisis y será a partir de mañana cuando se inicie la investigación, en la que participarán técnicos municipales del área de Infraestructuras y personal de la concesionaria, que analizarán la infraestructura de todo el subterráneo para poder tener una radiografía sobre su estado y, así, decidir si solo hay que actuar sobre el techo afectado o si hay que hacer una reforma más profunda.

Además de los 400 metros cuadrados afectados, hay tres pilares que se encuentran dañados, por lo que ayer se procedió a apuntalar toda la zona.