Récord histórico de precipitaciones en forma de nieve y de lluvia en algunas localidades de la provincia de Teruel. Es el titular que deja el paso de la borrasca Gloria, que afectó especialmente a las comarcas del Matarraña y Bajo Aragón, con entre 100 litros/m2 y 200 litros/m2 acumulados en tan solo dos días, los pasados 20 y 21 de enero. En Gúdar- Javalambre, Maestrazgo y Cuencas Mineras, la cifra rondaba los 100 litros acumulados, y en la zona del Jiloca y el sur de Teruel se acumularon entre 20 y 6. La cifra más espectacular, la registrada en Valderrobres, con 207,2 litros acumulados. Además, tanto Daroca como Zaragoza batieron el récord de precipitación de un mes de enero de toda la serie histórica (64 y 13 solo en la estación de Valdespartera.)

Muchas localidades turolenses superaron los 100 litros durante la borrasca, como Alcañiz (154,6), Híjar (129), Calanda (118,2), Caspe (110) y Montalbán (104,2). Durante la borrasca, también se registraron alguna de las ráfagas de viento más fuertes del país: en Cerler (112 km/h), Torla (108 km/h) y Panticosa (102 km/h).

Rafael Requena, delegado de la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) en Aragón, explicaba que «se puede hacer la aproximación de que 1 mm de precipitación en forma líquida equivale a 1 cm en forma de nieve. Esto no siempre es exacto, porque depende del tipo de nieve, más o menos húmeda, y del viento. Pero en este caso vale como primera aproximación, lo que explica que hubiera zonas con más de un metro de nieve».

Requena recordaba que, pese a lo extraordinario de estos datos, todavía hay registros que podrían ser más altos. «Hay que tener en cuenta que sigue habiendo estaciones de las que no podemos conocer la precipitación exacta, puesto que quedaron demasiado afectadas por la nieve», indicaba.

Para dar cuenta de la «excepcionalidad» de esta borrasca, el informe de la Aemet detalla el «periodo de retorno», es decir, la frecuencia estadística con la que puede ocurrir un suceso. En Alcañiz, con 154,6 litros, el periodo de retorno es de 357 años. En el caso de Híjar, de más de 50 años. Una borrasca de récord.