En el segundo trimestre del año, en plena ebullición de la crisis sanitaria del coronavirus, las familias y empresas de la comunidad ahorraron de golpe 2.749 millones de euros. El dinero en depósitos bancarios se elevó un 7,5% respecto a los tres meses anteriores, hasta alcanzar los 38.314 millones, una de las mayores subidas registradas en todo el país, según los datos publicados por el Bando de España. Esta cifra marca un nuevo máximo en la serie histórica y es consecuencia directa de la situación de excepcionalidad vivida en ese periodo.

El salto del ahorro se explica por el parón de la economía que provocó el estado de alarma, con el consiguiente confinamiento domiciliario durante un mes y medio, hundió el consumo general del país, salvo en contadas excepciones como los supermercados y las farmacias. El gasto de los hogares en los meses de abril, mayo y junio fue insólitamente bajo en sectores como la hostelería, el ocio, la cultura o el turismo, un periodo en el que no hubo además vacaciones de Semana Santa. Pero también se debe a la incertidumbre creada sobre los ingresos en el futuro por la posibilidad de perder el empleo, lo que ha hecho que muchas personas hayan ahorrado de forma preventiva.

Los depósitos del sector privado de Aragón alcanzaron los 37.308 millones, un 8,3% más que en el primer trimestre, la mayor subida de todas las comunidades autónomas. Los del sector público, sin embargo se contrajeron un 9,4%, hasta los 1.006 millones.

También creció con fuerza la inversión crediticia de las entidades financieras en Aragón, que subió un 4,8%, hasta los 34.425 millones, la cifra más alta de los últimos tres años y medio. Esto sorprende teniendo en cuenta la caída del consumo, lo que se atribuye a la línea de avales púbicos para los préstamos a autónomos y empresas para cubrir sus necesidades de liquidez.

El saldo de los créditos en Aragón equivale al 89,8% de los depósitos, un diferencial positivo de ahorro neto que también alcanzó un máximo histórico, con casi 3.889 millones , casi el doble que hace un año (2.017 millones).

Tradición ahorradora /_«El shock fue tan grande que el ahorro en cuenta se incrementó de manera espectacular», explica José Manuel Artal, director de Estrategia Comercial de Ibercaja. En concreto, la tasa de ahorro se situó en el segundo trimestre del año en el 31,1%, el valor más alto toda la serie, iniciada en 1999, según datos del INE. Y eso, a pesar de que la caída de la renta disponible que se produjo por los ertes y el incremento del paro. Fue por tanto, según Artal, una reacción ante «la incertidumbre, el paro y el miedo a lo que va a venir», sumado a la imposibilidad de hacer compras presenciales en la mayor parte del comercio.

Los depósitos de la comunidad mantenían en los últimos tres años una tendencia creciente en el torno de los 35.000 millones. Ahora superan los 38.000. El incremento en los últimos 12 meses ha sido de un 7,9%, desde los 34.871 millones que había al cierre de junio del 2019. El pasado año finalizó con un saldo 35.711 millones en las cuentas bancarias, mientras que en el primer trimestre del año bajó en 35.565.

Al margen de esta evolución, el directivo de Ibercaja recuerda que Aragón ha sido históricamente un territorio con «propensión al ahorro». Las razones son a su juicio variadas: el nivel de renta algo superior a la media del país, la mentalidad más conservadora del consumidor en cuanto al gasto, el mayor peso del medio rural o el envejecimiento poblacional.

Artal asegura que existe un «cierto temor» a que se vuelva a producir una «reacción similar», aunque «no tan brusca», debido a la segunda oleada epidemiológica y las restricciones sobrevenidas. A eso apuntan indicios como la evolución del gasto con tarjeta, que desde junio estaba subiendo de forma notable gracias al gasto retenido en los tres meses anteriores y el menor uso del pago en efectivo por el cambio de hábitos provocado por el coronavirus. «En los últimos semanas está creciendo a ratios muy bajos que tienden al cero por ciento», asevera.

Mejor los fondos si se busca rentabilidad

Los depósitos bancarios siguen siendo el producto estrella para el ahorro de los hogares aragoneses y de toda España. Eso, a pesar de la escasa o nula rentabilidad que ofrecen en la mayoría de los casos. La crisis del coronavirus ha disparado su saldo por el desplome del consumo y el miedo al futuro, pero también por la retirada patrimonio de los fondos de inversión ante el debacle bursátil. Los expertos financieros siguen recomendando los fondos para sacar más provecho al ahorro y ven desacertado dejarlo todo en cuentas a la vista. «No es una buena decisión tener excesivo ahorro en cuentas», José Manuel Artal, director de Estrategia Comercial de Ibercaja. Aunque considera «razonable» incrementar la liquidez como «precaución» ante lo que pueda venir, aconseja confiar en fondos las reservas de patrimonio «buscando una rentabilidad adaptada al perfil de riego de cada persona».

Aunque los fondos no han pasado por su mejor momento, las aportaciones a la cartera de Ibercaja han crecido un 3% en los nueve primeros meses de año, hasta 14.400 millones. José Luis Manrique, director de estudios del Inverco, estima que el récord de los depósitos no fue tanto por «decisiones premeditadas de ahorro» sino por la disminución del gasto y asegura que los fondos siguen recibiendo flujos positivos desde la caída de marzo. «Dado el exceso de efectivo en cuentas, cuando se tranquilice situación y baje incertidumbre, la inversión en fondos crecerá mucho», augura. Recomienda buscar productos que se ajusten al perfil de riesgo de cada uno, invertir a un plazo medio o largo -«en la renta variable siempre se gana»­- y contar con la ayuda de un asesor.