Llega a su fin uno de los vacíos urbanos más importantes del centro de Zaragoza. El solar de casi 5.000 metros cuadrados que separa el céntrico paseo María Agustín y la plaza de toros de La Misericordia ya tiene un plan para salir del olvido: la construcción de 117 viviendas de lujo que creará, con su estreno, un nuevo vial peatonal que conectará con el aparcamiento del coso taurino y que pasará a manos del ayuntamiento. La operación lleva fraguándose desde hace «más de un año» pero hace pocas semanas que ya se puede vislumbrar desde la calle. Ha comenzado la comercialización de esos pisos y, por lo que comenta su promotor, Gestihabitat, lo está haciendo «a buen ritmo» para cumplir los plazos que tienen previstos.

La idea pasa por «comenzar la construcción en la primavera del 2021» y, salvo imprevistos, poder empezar a recibir a los primeros propietarios «a lo largo del 2023». Para ello deberían obtener la licencia municipal para obtener los trabajos, ya solicitada al consistorio y que se espera recibir «a finales de año». Es decir, este mismo mes debería pasar por la Gerencia de Urbanismo y obtener los permisos. De momento, ya tienen en su mano el visto bueno de Patrimonio, por la proximidad de la edificación a elementos catalogados, así que solo faltaría ese visto bueno del ayuntamiento para empezar a trabajar en una parcela que lleva décadas en el olvido.

El futuro de este solar, ubicado a solo 50 metros de la sede del Gobierno de Aragón, el edificio Pignatelli, parte de más de 30 años varado a la espera de un proyecto como este que le haga romper el muro que adorna su fachada natural hacia el paseo María Agustín. Una promoción que prevé, explican sus promotores, bloques de hasta siete alturas y áticos, y con una superficie de más de 2.000 metros cuadrados que se destinarán a usos comerciales, previsiblemente algún supermercado que, además, contará con una planta en el aparcamiento subterráneo que también incluye este proyecto y que se dedicarían a garajes y trasteros para los propietarios de estas viviendas de lujo.

Los pisos, que incluyen áticos y dúplex, tendrán 2, 3 y 4 habitaciones, y superficies que llegan a superar los 230 metros cuadrados en los inmuebles más caros. Con vistas a la plaza de La Misericordia y a las torres de la basílica del Pilar, pero también al edificio Pignatelli, cuya construcción como sede de la DGA fue la que dio origen a parcelas como esta, de más de 4.800 metros cuadrados.

Nació de una ordenación urbanística creada a raíz del plan especial que planificó los desarrollos en el entorno. En este, los dueños de cada solar se ocuparían de las cargas urbanísticas que conllevaba cada terreno. Y en este caso, la más cuantiosa es la creación de ese vial peatonal que conectará María Agustín con la calle Benjamín Jarnés. De hecho, por este vial se construirá el acceso al párking subterráneo que acompaña a la creación de viviendas de lujo.

El desarrollo de esta parcela es uno de los pocos objetivos sin cumplirse de aquella ordenación urbanística que recogía el plan especial del Pignatelli que se redactó a principios de los años 90 del pasado siglo. Así que llevaba 30 años, como mínimo, sin un proyecto claro que lo impulsara. Y ha surgido un futuro a corto plazo a raíz de que su anterior propietario, la firma de Zaragoza Urbana, se desprendiera de estos casi 5.000 metros cuadrados. Lo vendió hace años a un fondo de inversión privado, que es el que ha impulsado estos 117 pisos. Vivienda libre a precio de oro, ya que la propia edificación, según fuentes consultadas por este diario, está cuantificada en casi 14 millones de euros. De ahí que los precios superen con facilidad los 200.000 euros.

Pero más allá del interés que suscita esta nueva promoción inmobiliaria en el mercado, que al parecer es mucho, en base a lo que afirman sus promotores, coincide la oportunidad. Se da casi al mismo tiempo que el ayuntamiento de la capital anuncia su plan especial de intervención en el entorno de Pignatelli para regenerar la zona y atajar los problemas de convivencia en toda la zona de El Gancho. Aunque ambos proyectos, la renovación urbana y los pisos de lujo, no guardan ninguna relación, solo han coincidido en el tiempo, según aseguran las fuentes consultadas por este diario.

Al otro lado del paseo

El impulso a esta construcción de viviendas podría estar más relacionado con lo que ocurre, o más bien va a ocurrir, al otro lado del paseo María Agustín. Por un lado, la construcción de casi 200 pisos, también de altas calidades, por parte de la constructora Brial en los suelos de la antigua factoría de Averly. Esta prevé comenzar también a principios del 2021 y tras varios años de tramitación en el consistorio, podría haber espoleado a los nuevos dueños del solar contiguo al coso taurino.

Por otra parte, el desarrollo de los suelos de la antigua estación del Portillo y, más concretamente, la subasta del suelo de Zaragoza Alta Velocidad con capacidad para otras 200 viviendas. Ya está todo listo para licitar, pero lleva un inesperado retraso. Ahí se pretende un bloque de 20 alturas y depende de la celeridad que se den los socios (el Gobierno central tiene el 50% a través de Adif y Renfe, y la DGA y el consistorio, un 25% cada uno) en poner este terreno a la venta. Pero lleva más de un año con la recalificación aprobada para permitir usos residenciales y no hay concurso público a la vista. Probablemente porque se pretende que el adjudicatario costee la reconversión en la zona verde de los suelos en desuso del Portillo. Un parque que añadirá valor a estos 117 pisos junto a María Agustín.