La nueva estación de ferrocarril de Canfranc ha sido inaugurada este jueves por el ministro de Transportes, José Luis Ábalos, y el presidente del Gobierno de Aragón, Javier Lambán, así como el el consejero de Vertebración del Territorio, José Luis Soro.

Es un paso más hacia la apertura de la línea férrea internacional, fijada en principio para el lejano horizonte del año 2040.

La inauguración consiste en un acto "muy limitado y sencillo" debido a la situación sanitaria, pero según el alcalde de la localidad, Fernando Sánchez, "importante e histórico" para la población 27 años después de que se firmara en 1994 entre el Gobierno de Aragón, Renfe y el Ayuntamiento el Convenio Canfranc 2000 para la reordenación de las 22 hectáreas que conforman la explanada de la estación.

ÁNGEL DE CASTRO

Una terminal acorde con los tiempos

Uno de esos pilares, con la vista puesta en la futura reapertura de la línea internacional, era la creación de una nueva estación ferroviaria y haz de vías, dimensionada a su uso, moderna y con todas las tecnologías necesarias para la reapertura que es lo que se inaugurará este jueves, ha enfatizado Sánchez.

Otro de los ejes es la rehabilitación del histórico edificio de la estación internacional, ya completada en su exterior, en cuyo interior se va a crear un hotel en el que continúan los trabajos con la previsión de que se pueda inaugurar a finales de 2022, ha recordado.

En total, la nueva estación de ferrocarril utiliza un tercio de la superficie total de la explanada, por lo que el resto del terreno, que forma parte del municipio, se destinará a espacios verdes, viviendas y espacios museísticos, que son la tercera pata del convenio y cuyos trabajos se potenciarán tras la inauguración de la nueva estación.

Al acto de este jueves ha asistido igualmente el presidente de la región de Nueva Aquitania, Alain Rousset; y la presidenta de Adif, Isabel Pardo de Vera, entre otros.

24 millones

Las obras que devolverán a la estación de Canfranc su pasado esplendor y la convertirán de nuevo en un nudo ferroviario internacional empezaron en el verano del 2018 por parte de la UTE Acciona Construcción SA y Avintia Proyectos y Construcciones SL, única que se presentó a la licitación.

El coste ha sido de 24 millones, cantidad con la que se costea un proyecto dividido en cuatro apartados: ejecución de la nueva estación y de la nueva playa de vías, más la urbanización de la explanada de la terminal, que se convertirá en una gran plaza, y la rehabilitación del edificio de la antigua estación.

El hecho de que solo una empresa haya optado a la licitación se explica por la complejidad del proyecto, que combina la realización de obras de construcción y ferroviarias con otras de rehabilitación de un edificio con la consideración de Bien de Interés Cultural (BIC), a lo que hay que añadir la explotación hotelera del conjunto.

Las obras se desarrollan en varias fases y la primera de ellas ha sido la construcción de la nueva estación.

«Las recuperación de la antigua estación y la construcción de una nueva nos va a servir para conseguir apoyo de Europa para la reapertura de la línea internacional», asegura Soro, que está convencido de que el gran complejo, una vez terminado, prestará un doble servicio ferroviario y turístico.

La UTE Acciona-Avintia será asimismo la encargada de gestionar y explotar el edificio de la estación internacional durante un plazo de 69 años, tal y como recogen los pliegos del contrato, que el alcalde de Canfranc, Fernando Sánchez, calificó de «muy exigentes». Entre otros requisitos, se exigía cinco años de experiencia hotelera.

La decadencia empezó en el año 1970, cuando el hundimiento de un puente al paso de una locomotora en la vertiente francesa de los Pirineos acarreó el cierre del túnel de Canfranc.

La reapertura de una estación totalmente renovada tendrá impacto en todo Aragón ya que supone abrir la zona al tráfico de trenes nacional, todo un hito tras décadas de lento declive.