El pasado domingo repasábamos el trabajo que las distintas administraciones hacen para conservar el patrimonio de los bosques y árboles singulares que tenemos en el término municipal de Zaragoza. Hoy seguimos con las que faltaban. En un término municipal caracterizado por la estepa y una pluviosidad propia de tierras semidesérticas, otro tipo de bosque lo encontramos en los corredores fluviales de los ríos Ebro y Gállego.

La CHE

En el Ebro, en sus 76 kilómetros de orillas del término municipal de Zaragoza, tenemos 22 masas boscosas de diferente entidad. En total menos de 600 hectáreas, de arbolado denso en algunos casos y en otro más adehesados, asentados en su mayor parte en el dominio público de inundación entre las motas construidas desde los años 60, con el fin de salvaguardar a poblaciones y cultivos.

Con el objetivo de crear flujos preferentes en las avenidas del río y facilitar el arrastre de sedimentos, la CHE está desarrollando una técnica llamada curage que supone abrir pasillos de 10 metros de anchura, mayoritariamente en medio de los sotos, lo que supone la tala de árboles y, en algunos casos, un 20% de los sotos destruidos. En una avenida del río de un kilómetro de anchura, un curage solo representa un 1% de la misma. Se dice que aprovechan antiguos cauces, con lo cual las asociaciones conservacionistas estaríamos de acuerdo, pero en los casos que hemos examinado de Alfocea y Sobradiel, no es así en todo los casos de los curages abiertos. Se ha cursado visita a estos curages acompañando a la presidenta y responsables de la CHE, pero cada parte vemos las actuaciones de forma diferente.

El mismo Joaquín Araujo en el libro citado, recomienda visitar doce bosques en España: Garajonay, Irati, Sabinar de Catalañazor, Olivares de Jaén… y el soto de Cantalobos en Zaragoza. Aún recuerda, cuando invitado por Ansar y en compañía de Adolfo Aragüés y Emilio Gastón visitamos este soto que tanto le impactó en el año 1991.

Llama la atención que este icónico soto no se pueda recorrer por un sendero continuo tal como se ha podido hacer durante décadas. La caída de árboles ha cerrado ciertas partes del sendero y hay que entrar y salir al camino de La Alfranca repetidamente, para vivir el soto desde el interior. Debido a estas dificultades, la mayoría de las personas que van andando lo hacen compartiendo el camino con los que van en bicicleta.

El Gobierno de Aragón, que compró una parte del soto en el 2007, debería colaborar en recuperar este sendero, ya que además se plantean hacer del eje del Ebro en Aragón «el corredor verde más importante de España». La CHE parece abierta a intervenir y resolver el tema pero para un futuro, pensamos que debe ser el ayuntamiento el que se haga cargo del mantenimiento del sendero. La actuación económicamente es muy pequeña y el beneficio a la salud y bienestar de los ciudadanos enorme. En estos días del mes de abril, se está actuando por parte de la CHE en el camino de La Alfranca, limpiándolo de cañas invasoras, buen momento para que el sendero interior se acondicione al menos para este año.

El sábado día 10 de abril, 15 personas de Ansar y la Asociación de Vecinos de Las Fuentes giramos una visita a Cantalobos y a la Huerta de Las Fuentes. Además de dejar expedito el camino, se vio la necesidad de ponernos en contacto con el Gobierno de Aragón para que ceda 2 hectáreas al ayuntamiento de la ciudad, que se expropiaron con el acondicionamiento del camino de La Alfranca , con el fin de desarrollar huertos urbanos. Y también se habló de que el ayuntamiento ponga en marcha ya el Parque Agrícola de la Huerta de Las Fuentes.

La CHE tiene interés en actuar para dejar expedito el sendero del soto del Canal Imperial junto al parque de Plaza, que durante años se ha podido recorrer en sus 3 kilómetros de longitud y que por falta de mantenimiento, en estos momentos, no es posible. Es urgente hacerlo porque los álamos del soto que miran al parque de Plaza están sufriendo una tala desmedida.

Bosques ciudadanos

Muy bien que se abran nuevos bosques ciudadanos -el alcalde promete 700.000 árboles- pero sería bueno que los zaragozanos pudiesen darse baños de bosques ya que tenemos algunos de los más importantes del Ebro en su 930 kilómetros de recorrido, habida cuenta de que tenemos una población cuyo 25% necesita de cuidados sicológicos y un amplio sector es población envejecida que necesita de paseos y vivencias en bosques cercanos. Bosques donde oír el canto del pito real, la oropéndola, el autillo o ver los sorprendentes nidos del pájaro bolsero y los rastros de mamíferos como la jineta, el castor o jabalí. No es necesario que todos los sotos sean visitables, pero si facilitar la visita en algunos de ellos.

Para ello se necesitan más medios para la Unidad de Medio Natural que ha realizado en las últimas décadas una gran labor en recuperar las selvas del Gállego y proteger los Montes de Peñaflor. Pero se necesitan más medios humanos para atender y proteger el extenso territorio zaragozano.

Se nos anuncia que los requerimientos de los vecinos de Parque Venecia para unir el barrio con el Canal , que ya expusieron en los procesos participativos de la legislatura pasada, han sido atendidos. Esperemos que el proyecto no sea césped y más césped y deje paso a formas más naturalizadas. Pero queda por recuperar los paseos urbanos del Canal desde el puente de América hasta el poliderpotivo Pepe Garcés, que tendrían que ser otra prioridad en la recuperación del Canal, como se ha demostrado en la convocatoria que la Asociación de Vecinos de San José realizó este pasado domingo y que pese a la lluvia, congregó a cerca de cien vecinos.

Participación

Hace falta participación, para encontrar lugares de diálogo e intercambio de pareceres en estos más de dos años de este gobierno municipal. En las diferentes comisiones de la agenda 21: agua, biodiversidad, aire…., no se nos ha convocado ni una sola vez, cuando es obligatorio según acuerdo institucional. Solamente tuvimos recientemente una reunión con el director de Parques y Jardines que no dio ninguna información sobre qué acciones iba a emprender el ayuntamiento en relación al nuevo Plan Director de la Infraestructura Verde, aprobada en la legislatura pasada y en la que su día se nos pidió participar, ya que así lo demandaba la Comisión Europea.

En la reunión, los colectivos presentes, le recordamos que todavía está sin aprobar el Plan Especial de la Estepa, cuando su aprobación inicial se realizó en el 2014. Han pasado 7 años desde entonces. El único parque estepario que ahora se puede visitar es el recreado por un particular Manolo Lou, antiguo miembro de Ansar, en Torrecilla de Valmadrid. Es del tamaño de una hectárea. Pero serían necesarios cientos de hectáreas protegidas con plantaciones de su árbol más representativo, la sabina. Eso sí, se va a extender el campo de golf en Arcosur limitando los espacios esteparios de uso común para todos las personas. Más césped y un gran consumo de agua.

Asimismo le hicimos saber la precariedad de medios humanos tanto en Parques y Jardines y Medio Natural ya que en esta legislatura se siguen mermando efectivos cualitativamente muy importantes. Recientemente, EL PERIÓDICO DE ARAGÓN recogía un informe de la Cámara de Cuentas y hacía mención a que en Zaragoza, de los 45 trabajadores adscritos a la unidad con competencias ambientales, solo dos son técnicos especialistas. En Huesca aunque solo uno cumple esta condición, sorprendentemente hay 68 funcionarios. Los gastos medioambientales en relación con el total de los aportes a los servicios públicos básicos, no supera el 1% según recalcaba el citado informe.

Con ello, es muy difícil que se desarrolle un parque estepario al que universidades europeas apoyarían o bien un parque agrícola en la Huerta de Las Fuentes, por señalar algunos ejemplos. En la provisión de plazas de este año, ningún biólogo o técnico equiparable.

La contrata de Parques y Jardines se aumenta en un 29% cuando gran parte del territorio, la estepa, queda de nuevo totalmente desasistido. Uno de los objetivos estrella es la biodiversidad, pero en los pliegos que salen a concurso público de los 51 puntos que se evalúan, solo se conceden 3 puntos al tema de biodiversidad , lo que supone solamente el 5% de valoración. Paralelamente estamos en el negacionismo climático. De 800 millones de presupuesto, solo 100.000 euros, el 0,01%, se dedican a luchar contra el cambio climático.

El Plan Director de arbolado de Barcelona (2017-2037), en el que han participado 715 profesionales, a lo largo de 54 reuniones y sesiones debería ser un buen referente. O el Plan Director de arbolado viario de la ciudad de Madrid (2018) realizado durante la anterior legislatura. En esos planes de actuación se consideran los puntos de partida y se establecen las líneas estratégicas, los calendarios y los presupuestos e inversiones necesarios para poder acometerlas. En Zaragoza será una consultoría externa pero a todas luces representa una participación nula de los diferentes sectores de la sociedad civil.

Sería deseable, que el ayuntamiento aprovechase la colaboración ciudadana tanto de colectivos como de personas individuales. Están dispuestos a ponerse a trabajar y mejorar esta ciudad, sus barrios y calles. Tenemos algunos conocimientos de la ciudad y sobre todo deseos de colaborar. Lo que falta es que desde el Ayuntamiento, se nos valore como un recurso y no como un impedimento.

Conclusiones

Se habla de crear bosques urbanos y que en los alcorques vacíos de la ciudad ya se están plantando 1300 árboles. Nos parece muy bien. Pero, ¿por qué no intentamos qué desaparezcan los menos posibles? De la lista de especies propuestas, no hay ni uno de flora local. Ni siquiera ibéricos, tal como nos señala Amigos de La Tierra. Todo exótico. A veces, en jardinería se prima lo paisajístico frente a los valores medioambientales. Hay que hacer valer el patrimonio natural autóctono en lugar de reproducir paisajes propios de otras latitudes. Mantener, por ejemplo, Cantalobos es mantener más de 100 especies de aves, y decenas de vertebrados Esta biodiversidad es mucho mayor que la existente en los Pinares de Venecia sin quitar la importancia de este bosque en el sur de Zaragoza.

Y para acabar, dedicar un comentario a una moción aprobada en el ayuntamiento sobre la necesidad de mejorar las riberas del Ebro. En la propia moción se habla de la maleza que invade las orillas, lo que denota un desprecio a lo que es naturaleza silvestre. Solo se limpian los residuos pero no la vegetación.

Este verano, en Valdespartera, hemos presenciado cómo maquinaria pesada entraba en los descampados entre bloques para desbrozar la hierba espontánea, arrasando 5 centímetros del suelo. Pero estas actuaciones se están repitiendo en el mes de abril según nos señalan la Comisión de Medio Ambiente del Distrito Sur.

Vemos como una labor que realizan personas de la Limpieza Pública es quitar la última brizna de hierbas de los alcorques de la ciudad. Ciertos colectivos hubieran talado el soto seminatural que hay entre el Puente de Hierro y el Puente de la Unión en la margen izquierda, junto con las aneas que crecen en las orillas, en la parte baja y qué siguen hasta la desembocadura del Gállego. También se ha eliminado las herbáceas de la zona de los plátanos de Torre Montoya. Y en estas semanas se está actuando en el río Huerva a la altura del colegio de Corazonistas. Nos negamos a un tratamiento con cortacésped y con productos químicos en ciertos lugares de la ciudad. No es sostenible económicamente porque los consumos de agua son muy elevados. Y paralelamente se deberían atender con más medios la infraestructura verde de la ciudad.

No todo tiene que ser naturaleza domesticada. La defensa de la biodiversidad se encuentra en estos reductos naturales. Y así lo entienden en cantidad de parques en Berlín , París o Londres. «Nos tenemos que acostumbrar a ver herbazales dentro de las ciudades que pasan del verde al amarillo, mientras las plantas florecen y fructifican, porque esto permite que proliferen muchos otros organismos», comenta Joan Pino, director del CREAF y catedrático de la Universidad Autónoma de Barcelona. Gilles Clément uno de los mayores expertos de la Escuela de Paisajismo de Versalles y que ha ideado vergeles en Suiza, Chile, París o Lille, defiende los jardines de bajo mantenimiento. Señala que lo que plantamos está lleno de venenos y es una fantasía pensar que ese veneno no nos va a afectar.

Defender la Naturaleza, los árboles, los sotos, el olivar, es defender la salud de los ciudadanos.¿Trabajamos juntos?