El acuerdo anunciado por la portavoz del PAR en la Diputación Provincial de Teruel (DPT), Berta Zapater, y el portavoz de Ciudadanos en dicha institución, Ramón Fuertes, sigue despertando malestar entre cargos electos y militantes de ambos partidos, que denuncian que dicho acuerdo no se había compartido con el resto de agrupaciones de la provincia. Si la ejecutiva del PAR salió este jueves de manera casi inmediata a reprochar y desautorizar a Zapater, ayer destacados cargos de Ciudadanos criticaron el movimiento.

El concejal y portavoz de Ciudadanos en el Ayuntamiento de Alcañiz, Kiko Lahoz (Cs), que gobierna con el socialista Ignacio Urquizu e IU, denunció el pacto entre su formación y la que es una de las voces más críticas con la formación liberal en el consistorio alcañizano. «Que los de arriba tomen decisiones sin contar con los de abajo, que somos los que estamos trabajando en el territorio todos los días, me parece un despropósito total. Me enteré de la rueda de prensa por Urquizu, con eso lo digo todo», lamentó Lahoz, que en los inicios de su trayectoria política militaba en el PAR, e ingresó en las filas de Ciudadanos en 2014. «En Cs estamos tocados, pero con estas decisiones, lo único que se hace es matar al partido», lamentó el teniente de alcalde alcañizano, que denunció también el acuerdo con Teruel Existe en el Senado.

Otro histórico dirigente del PAR que actualmente milita en Ciudadanos y ostenta una de las alcaldías liberales en la provincia, Joaquín Moreno, primer edil de Utrillas, también denunció que no se le informó del acuerdo con el PAR. Pero fue menos crítico que Lahoz. «Estamos en un escenario de centro y tenemos muchos puntos en común Ciudadanos y el PAR, pero si hay un acuerdo importante que afecte al partido, espero que los cargos electos y las bases decidamos la posición. Para mí, todo sigue igual que antes de ayer», dijo.

Fuentes internas de Ciudadanos y del PAR a nivel regional también reprocharon la decisión, que entienden como un fruto de la «estrecha relación» del líder de Cs, Daniel Pérez Calvo, con el expresidente del PAR, José Ángel Biel, quienes se habrían reunido en los últimos días, y a quienes achacan intereses «más allá» de este acuerdo en la DPT. «Ya no es que se haya pactado con el PAR, es que se pacta con sus díscolos. Si el objetivo era hacer una moción en la DPT, ¿quieren gobernar con tránsfugas, como en Murcia? Porque si hay una moción, el PAR expulsaría a sus tres diputados», comentó un cargo electo del partido naranja.

El secretario de Comunicación de Cs, Carlos Trullén, aseguró que la «declaración de intenciones» con el PAR no busca «nada más que potenciar el centro frente a la llegada de otros partidos de izquierdas, como Teruel Existe», con quienes comparten grupo en el Senado por un reciente acuerdo que evitó que perdieran el grupo propio. Una situación, dijo Trullén, que «nada tiene que ver», porque ambos partidos «mantienen su independencia».

La portavoz del PAR en la DPT, Berta Zapater, aseguró ayer que todavía no ha recibido la notificación del partido donde la aperciben. Pero anunció que, si es expulsada, lo recurrirá. «No es cuestión de sacar trapos sucios, pero si se hacen cumplir los estatutos, se deben hacer cumplir para todos. Y el congreso del PAR, que llevaba pendiente desde 2019, se ha convocado porque se ha presentado una demanda judicial», afirmó.

Mientras, el presidente de la DPT, Manuel Rando (PSOE) animó a los diputados a trabajar «todos juntos» y «sin discordias». Recordó que el equipo de Gobierno lleva dos años trabajando y sacando casi todos acuerdos por «unanimidad».