Teruel tendría que estar hoy a rebosar si la pandemia de covid no hubiera irrumpido en la vida de todos. Hoy sería el día grande de las fiestas de la Vaquilla y esta tarde sería cuando, en una plaza de El Torico llena de gente, se le colocaría el pañuelo a esta icónica figura. Pero, por segundo año consecutivo, eso no será así. Este acto será más discreto, solo para 60 personas y con la peña El Agüelo como gran protagonista aupándose a ponérselo al símbolo de la ciudad y, este año, elegido Vaquillero del año 2021. Mientras, las calles se blindarán para evitar que estas discretas fiestas, con al menos algún acto programado este año, acaben por empeorar la situación epidemiológica actual, con los contagios al alza entre los jóvenes y que escenas como las ocurridas esta semana en otras ciudades como Pamplona por sus días de Sanfermines, no se repitan en la capital turolense, que aspira a ser ejemplo como el año pasado.

Pese a todo, desde el Ayuntamiento de Teruel han pensado que este sería un buen año para los actos «simbólicos». Uno es el detalle brindado a la peña de El Agüelo, por primera vez en sus 40 años de historia ante la imposibilidad de sus miembros de trepar la columna como es costumbre. pero también lo es tener la plaza repleta y no lo estará. Un grúa les ayudará en este plato principal de la escueta programación municipal que, de paso, pretende así homenajear al colectivo de las personas mayores, uno de los que más ha sufrido durante esta pandemia del covid.

Otro de los gestos simbólicos se presentaba esta semana, la imagen en 3D del Torico en el mural de la Glorieta, rindiendo homenaje al Vaquillero del año 2021 y símbolo de la ciudad. Y ayer mismo se presentaba el tercero: el ayuntamiento presentaba las imágenes de cuatro toros ensogados instalados en el recorrido que realizan de madrugada entre coso taurino y la Nevera. Con este gesto, se rinde homenaje a una de las tradiciones más arraigadas en la capital en sus fiestas ahora suspendidas.

Sí que se van a llevar a cabo algunas actuaciones y programación en los centros municipales aunque todas se celebrarán bajo el estricto cumplimiento de las medidas y normas sanitarias. Más allá de eso, la Policía velará por la seguridad y la calma en las calles. Unos 200 agentes estarán pendientes de que impedir las fiestas ilegales, los botellones y aglomeraciones en la calle. Y evitar enfrentamientos como los vividos en Pamplona.