El Ayuntamiento de Aínsa-Sobrarbe ha aprobado por unanimidad en el pleno municipal de esta semana el proyecto piloto del plan de gestión de la Red Natura 2000 en el municipio. La localidad se ha convertido así en el primer municipio aragonés en suscribir oficialmente este compromiso ambiental que busca evitar deterioros y alteraciones en los espacios naturales que forman esta red.

El consistorio integra 26 núcleos de población, con un total de 2.151 habitantes, y una superficie de 284,8 kilómetros cuadrados. Un 17% de su territorio está declarado Zona de Especial Conservación (ZEC), y un 24% se encuentra catalogado como Zona de Especial Protección para las Aves (ZEPA).

El proceso que ha llevado hasta la aprobación del plan comenzó el pasado mes de abril, cuando el ayuntamiento realizo un taller participativo con entidades del municipio con el fin de recoger ideas para impulsar y mejorar su gestión y conservación.

Con las ideas recabadas, la Fundación para la Conservación del Quebrantahuesos (FCQ), organización radicada en el municipio desde sus inicios, redactó un plan con 20 medidas y 31 acciones.

Compromisos

Este documento va a ser la base sobre la que trabajar en un futuro en la Red Natura. La iniciativa ha sido reconocida con el Premio Medio Ambiente Aragón 2021. El proyecto se enmarca dentro del acuerdo de custodia del territorio firmado por el consistorio y la FCQ en el año 2016.

"La Red Natura 2000 no prohíbe ningún tipo de actividad agrícola, ganadera, forestal, cinégetica, siempre y cuando dicha actividad no tenga efectos apreciables sobre los objetivos de conservación", señaló el vicepresidente de la Fundación para la Conservación del Quebrantahuesos (FCQ), Juan Antonio Gil, en nota de prensa.

En este mismo sentido, indicó que "los espacios de la Red Natura 2000 deben ser gestionados activamente, sin gestión activa no será posible restablecer un estado de conservación favorable en aquellos hábitats o especies que no lo posean".

Gil subrayó que "muchas de las actividades tradicionales desarrolladas en estos espacios son las que han permitido asegurar sus valores ambientales". Por eso defendió "el papel de las administraciones locales, de vital importancia en la implantación de esta red, al tratarse de la administración publica mas cercana al ciudadano y con gran influencia sobre él".

Entre las obligaciones municipales en materia de evaluación de repercusiones sobre la Red Natura 2000 se encuentran el planeamiento territorial y urbanístico, licencias urbanísticas, ambientales y de actividad, obras municipales, como mantenimiento de caminos, o la planificación forestal.