La solución a los problemas económicos de la estación de esquí de Candanchú sigue siendo complicada, pero el presidente del Gobierno de Aragón, Javier Lambán, aseguró el viernes que junto a la Diputación Provincial de Huesca han encontrado la «solución óptima» para garantizar la apertura esta temporada. Sin embargo, el acuerdo con la empresa propietaria, Ibernieve, y sobre todo, el encaje legal de la medida y la aprobación de Intervención, siguen siendo las principales piedras en el camino.

Mientras, los terrenos de la estación decana de Aragón siguen esperando la entrada de las máquinas, casi con la certeza de que no se podrá abrir la totalidad del dominio esquiable, pues no habrá tiempo para acometer todos los trabajos necesarios. De nuevo, los alcaldes y los empresarios del valle del Aragón, reunidos este viernes, exigieron una respuesta «inmediata» para garantizar la temporada.

El presidente aragonés, Javier Lambán, subrayó que el Gobierno autonómico y la Diputación Provincial de Huesca (DPH) «se están dejando la piel» para buscar una solución para que la estación de Candanchú pueda abrirse la próxima temporada. Después de que este jueves todos los grupos parlamentarios de las Cortes, con la abstención de IU, instaran al Ejecutivo aragonés a que acuerde un plan de viabilidad con la institución provincial altoaragonesa y la empresa gestora de la estación para resolver este problema, Lambán aseguró que ambas instituciones «están poniendo toda la carne en el asador para lograrlo». El problema estaría principalmente en las limitaciones legales que la Administración tiene para actuar en beneficio de una empresa privada.

Ahí puso el foco precisamente Podemos, socio del cuatripartito, este jueves en las Cortes, incidiendo en que la Administración pública no puede rescatar a una empresa privada tras una gestión «ruinosa» y llamó a «poner fin a ese capitalismo cañí» que, según los podemistas, está detrás de la estación.

El jefe del Ejecutivo autonómico precisó en este sentido que «Candanchú preocupa al Gobierno como el resto de las empresas de la comunidad», aunque aseguró que no es solo «el problema de una empresa privada, sino de las repercusiones negativas que generaría en todo el tejido empresarial de la zona». Pero cuando la empresa propietaria de la estación, Ibernieve, anunció a finales de julio que no abriría la próxima temporada, la respuesta del Ejecutivo autonómico se ciñó, sin embargo, a recordar que se trataba de una empresa privada. Semanas después, tras la movilización del territorio, la DGA matizó su postura y asumió su intervención en una fórmula todavía por definir, para mantener la actividad.

«Estamos poniendo toda la carne en el asador --el Gobierno de Aragón y la Diputación Provincial de Huesca--, en aras de encontrar una solución», subrayó Lambán, para añadir que están procurando «no escatimar» recursos económicos. «Hemos propuesto una solución que creemos que es la óptima», dijo, matizando que están dispuestos a estudiar otras alternativas «siempre sometidas al control de Intervención y con respeto a la legislación».

El presidente aseguró que a veces en las relaciones de la Administración con las empresas privadas se produce «un cierto desencuentro» porque la empresa privada «entiende que la Administración puede actuar de la misma forma que ellos, y no asumen que la Administración está sometida a controles, normas, cada vez más estrictas, y que son infranqueables». Lambán incidió en que «se hará todo lo posible y que sea razonable», ya que Candanchú «habla de que tiene un problema simplemente para abrir este año».

Mientras, desde el territorio exigieron tras una nueva reunión «la solución inmediata para la apertura completa de la estación invernal de Candanchú en la temporada 2021-2022, así como el inicio inmediato de las labores de mantenimiento». También reclaman volver a comercializar el pase Skipirineos con todas las estaciones del Pirineo aragonés. Ante la falta de soluciones, ya preparan nuevas protestas para los próximos días.