En Aragón son más de 18.000 las personas que viven en una residencia de mayores. Durante 2020 fueron 258 los centros los que atendieron a perdonas de la tercera edad dentro de la comunidad.

Los cuidados y la forma de vida al cumplir unos determinados años es uno de los temas que más preocupan a los ciudadanos aragoneses y es por ello por lo que la empresa Clece ha preguntado a más de 2.000 aragoneses entre 55 y 70 años que como espera que sea su vida a la hora de alcanzar la tercera edad.

El director regional del Clece, Jorge Tenías, afirmó que «el primer paso para conseguir cumplir con las necesidades de los aragoneses es conocerlas», y de ahí la importancia de este estudio.

Los aragoneses tienen claro como se imaginan su futuro, más de la mitad, el 52%, quiere ser cuidado en casa de forma profesional durante su vejez, contando con Servicio de Ayuda a Domicilio (SAD) y/o Servicio de Teleasistencia. Son la libertad de horarios y de salidas los argumentos que harían que los aragoneses se decantaran por este estilo de vida.

En el caso de no contar con la suficiente independencia para quedarse en su propia casa en las residencias la mayoría de los habitantes de la comunidad (un 76%) buscarían convivir con personas afines y en grupos reducidos.

Nueve de cada diez aragoneses tiene la atención médica y la calidad de los espacios para llevar a cabo como el criterio más importe a la hora de escoger residencia. Además, los ciudadanos de la comunidad prefieren mantener su libertad de decisión en temas cotidianos como invitar a amigos y familiares y decidir la hora de levantarse o de acostarse.

 En cuanto a las relaciones familiares un 45% quiere que se le visite pero respetando su intimidad, un 35% quiere que su familia este lo más involucrada posible durante su vejez y un 17% quiere que su familia no se involucre en su vejez.

La profesionalidad y la eficiencia de sus futuros cuidadores profesionales, así como la empatía y el trato cercano o casi familiar, ya sea en una residencia o a través de servicios de teleasistencia, es el principal aspecto que valoran los encuestados (72%). En cuanto a la tecnología, dos de cada tres aragoneses esperan que juegue un papel determinante a la hora de mejorar su calidad de vida durante la vejez.

Actualmente, según Clece, los aragoneses cuentan con infraestructura para garantizar su bienestar, al igual que el resto de españoles. Más de la mitad reclamaría una mayor variedad en los modelos de estancia y convivencia, basado en el grado de dependencia de cada uno. Por ello, la empresa incide la necesidad de revisar el modelo actual para seguir avanzando al mismo ritmo que sus necesidades y que logre adaptarse a las circunstancias personales de cada mayor.

Si comparamos estos resultados con los obtenidos en el resto de España el 16% de aragoneses se plantearían pasar la vejez en una residencia frente al 5% de media de los españoles