Pérez Calvo: "Intentaron abrir una brecha en Ciudadanos, pero no han podido"

¿A qué achaca las dimisiones de las tres juntas directivas de Zaragoza?

Habría que preguntárselo a los dimisionarios. Primero, porque los afiliados están esperando que lo expliquen. No hubo un debate previo. Puedo suponer algunas cosas, pero no estaría bien elucubrar. El origen son unas informaciones publicadas en un medio digital. Después, ellos envían un comunicado donde consideraban que yo había sido difamado, me citan para hablar el miércoles y, antes de hacerlo, el lunes, dimiten.

Hablan de falta de transparencia, acaparación de cargos…

Respeto su decisión, pero entiendo que buscan excusas. Recurren a situaciones de hace años sobre las que ya se pronunció el comité de garantías. Mezclan la transparencia, acumulaciones de cargos… Me da la sensación de que no hay un relato sólidamente construido.

¿Lo veía venir?

No, no me lo esperaba. Porque crees que trabajas con gente con lealtad, no a mí, sino a los procedimientos. Lo que más me ha sorprendido es que nadie ha hablado con los afiliados. Me llamó poderosamente la atención que, siendo miembros natos para acudir a la convención de julio, no asistieran. Eso ya demuestra una desafección. No es que eso me hiciera pensar que pudiera pasar algo, sino que está hecho con alguna intencionalidad.

¿Ahí saltaron las alertas?

Me saltó la alerta cuando vi que utilizaban unas informaciones de un medio digital que se están teledirigiendo desde un despacho de la calle Génova del que había sido secretario de Organización de este partido (Fran Hervías). No tengo pruebas determinantes, pero cuando acudes a los argumentos que ha facilitado esa persona, puedes pensar que aquí hay algo más que una simple coincidencia. No puedo hacer una acusación abierta porque yo, cuando acuso, tengo que tener pruebas. La fecha de afiliación, mi sueldo como asesor; todo fue limpio, y lo cerré con la anterior dirección del partido, con Fran Hervías y Albert Rivera.

¿Qué intenciones ve?

Llamar la atención. Respeto la decisión de las personas, porque cuando uno no está a gusto, tiene que irse. Yo me iría si no estuviera a gusto. Si fuera un desarraigo total, me plantearía irme de las instituciones. Eso sí, dejando el acta. Pero rompo una lanza por ellos. Entiendo que hay que distinguir lo orgánico de lo institucional.

¿Es comprensible que no estén de acuerdo con usted como coordinador, pero sí en las Cortes?

Ellos han denunciado una serie de cuestiones etéreas que no tienen que ver con las posiciones del partido. No estamos en esa fase de la carta tipo que dice que «no estamos de acuerdo con ser la muleta del Sanchismo». Creo que no se plantea en esos términos. Dimiten porque dicen que no han tenido explicaciones suficientes, aunque no han querido tenerlas. El problema no está con la línea política en las instituciones. Ha dimitido una diputada de doce que tiene el grupo.

Y dos concejales de Zaragoza.

También hay dos concejales en el comité autonómico de Aragón, Víctor Serrano y Carmen Herrarte. Y no se han ido. Si estas personas no estaban a gusto, les agradezco que hayan dado un paso al lado. Si alguien estuviese a disgusto en este grupo parlamentario, que creo que no es así, y quisiera irse, lo entendería. Tendría que dejar el acta antes de salir y tan amigos.

Zaragoza aglutina la mayor parte de afiliados de Cs en Aragón.

Hay que relativizar las cifras. Tienen la representación del 65%, pero no quiere decir que tengan el respaldo del 65%.

Se ha abierto una brecha.

No le quito importancia, pero le quiero dar la importancia que tiene. ¿Se ha abierto una brecha? Eh… Han querido abrir una brecha. ¿Que lo hayan conseguido? No tengo ninguna sensación de que sea así. Pero este partido está siendo objeto de hostigamiento del partido conservador en España. Y la OPA es a los votantes, no a los cargos.

¿También nota esa OPA aquí?

Al estar en la vicesecretaría general, tengo una perspectiva global. Y lo que pasa en Aragón, ha pasado en Baleares, Castilla La Mancha, Extremadura... En otros sitios han cometido auténticas barbaridades, como en el País Vasco, rompiendo la coalición llevándose a un tránsfuga nuestro, y que un señor como Carlos Iturgaiz, que ha enterrado a sus compañeros, dinamite la fórmula, te hace ver que no se van a parar en barras.

Es difícil de explicar que en un sitio se produzcan esas situaciones, y en otros haya respeto, como en el ayuntamiento.

El pacto de Gobierno se cumple. Tenemos importantísimas funciones. La de Víctor Serrano en Urbanismo es una gestión impecable, lo que está haciendo Carmen Herrarte…

¿Y la vicealcaldesa?

La vicealcaldesa ha tenido mala suerte en su área de Cultura con la pandemia. Y dentro de las restricciones, se han sorteado con dignidad. Esto es un equipo, no hay una preferencia de unos sobre otros.

Hubo matices en las posturas de Fernández y Serrano. La vicealcaldesa le pidió explicaciones.

Cuando la alcaldesa lo dijo no sé si era consciente como militante de que yo había enviado un comunicado, y lo que es curioso es que en un Estado de Derecho. Creo que ahí Sara Fernández dijo que, como me afectaba a mí, era a mí a quien tenían que preguntar. Le invito a que le pregunte a Sara Fernández si respalda mi gestión y que sea ella quien conteste. Probablemente su reacción fue de respetar la decisión y no tengo ningún tipo de queja que hacer.

¿Está la corriente crítica fuerte?

Cs puede ser cualquier cosa menos una película de Francis Ford Coppola. Aquí no hay familias, o no debe haberlas. Tiene que haber una crítica interna, pero leal. Y en los órganos de participación.

¿Cuándo empieza la gestora?

En los próximos días y con caras nuevas. Va a ser una transición tranquila. Estamos preparados. Nadie doblegar este proyecto.