Los sindicatos y la dirección de IDL apuraron este lunes el plazo de negociación del expediente de regulación de empleo (ere) que dejará en la calle a casi 200 trabajadores de la subcontrata de Stellantis en Figueruelas. La oferta final de la compañía para los despidos es de 22 días por año trabajado con un máximo de 12 meses, lo que se traduce en algo menos de 20.000 euros para cada empleado. «Es totalmente insuficiente», apuntó a este diario la presidenta del comité de empresa, Griselda Ramón, al término del encuentro con la dirección de IDL. «Después de 20 años trabajando en esta empresa que te ofrezcan 20 días por año es una miseria», apuntó la representante de la plantilla.

La única esperanza que les queda es que la compañía les ha emplazado a una nueva reunión el miércoles para plantear una nueva oferta, siempre que esté autorizada por la matriz. Se trata, en definitiva, de prorrogar la negociación (hay posibilidad de hacerlo hasta 15 días) para tratar de cerrar un acuerdo definitivo.

La plantilla de IDL, que espera que la negociación se cierre de la forma lo más satisfactoria posible, tiene la esperanza de recolocarse dentro del sector, aunque no vive precisamente un momento boyante como consecuencia de la crisis de los semiconductores que afecta tanto a los grandes fabricantes como a las empresas auxiliares

Por otro lado, la presidenta y el secretario del comité de la empresa IDL, Griselda Ramón y Jorge Bugeda, respectivamente, trasladarán este martes a los diputados de la Comisión de Comparecencias Ciudadanas de las Cortes la situación de la compañía tras los despidos de 200 trabajadores al cancelarse el contrato de prestación de servicios con Stellantis.

No es la primera vez que los trabajadores acuden a las Cortes de Aragón. El pasado 4 de noviembre, el presidente del parlamento autonómico, Javier Sada, trasladó a los trabajadores el «compromiso e implicación» de las Cortes «en la resolución del conflicto». Los representantes de la plantilla también han mantenido encuentros con distintos partidos con representación parlamentaria.

La compañía argumentó en su día los despidos en la decisión adoptada por Stellantis de rescindir el contrato con IDL, dedicada a realizar tareas de logística y secuenciación. Fuentes de la compañía calificaron la decisión de la multinacional del automóvil de «totalmente improcedente» y «abusiva» y anunció que procedería a llevar a cabo «las medidas legales oportunas».