tres meses después de que se liberalizara la AP-2 entre Alfajarín y Fraga, el Ministerio de Tranportes ha iniciado el desmantelamiento de las playas de peaje. Están dispersadas en los 102 kilómetros de esta vía. La contratista dispone de un plazo de seis meses para retirar las instalaciones, por lo que será previsiblemente en el próximo verano cuando Aragón se haya despedido estas estructuras. Los trabajos han comenzado en las cabinas de Pina de Ebro. Las obras están valoradas en unos cuatro millones de euros, ya que se debe desmontar por completo la gran infraestructura central de Pina de Ebro, así como los laterales existentes en el mismo término municipal y en Bujaraloz y Fraga.

La liberalización de esta vía, tras el término de la concesión de Abertis, pretende mejorar los datos de siniestralidad en la N-2. Es una de las carreteras más peligrosas de la red estatal y de la que más siniestros viales cuenta. Lo demuestra el hecho de que se ha cobrado 30 vidas en solo ocho años. En los últimos diez años, esta nacional ha sido testigo y causa de 709 accidentes en los que se murieron 62 personas.

Según informó el Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana, la liberación de los peajes de las autopistas AP-7 Tarragona -La Jonquera y AP-2 Zaragoza- El Vendrell supone un ahorro para los usuarios de 515 millones de euros anuales, aunque con el aumento del tráfico previsto, el ahorro llegará hasta los 752 millones de euros anuales.

En total, se liberaron 477 kilómetros de autopista de peaje, 262 kilómetros de la AP-7 y 215 kilómetros de la AP-2.