Lenta, pero constante. Así está siendo la subida de la presión asistencial en los hospitales de Aragón como consecuencia de la séptima ola de covid. Un día más, los ingresos han vuelto a subir y son ya 267 los hospitalizados por coronavirus. Son ocho más.

Lo más preocupante por su gravedad es que de ellos cuatro han tenido lugar en las unidades de cuidados intensivos (ucis), donde ya hay 34 enfermos de covid. En planta, por su parte, son 233 pacientes. En comparación con la semana pasada, la subida de la ocupación hospitalaria ha sido de 34 personas más en siete días. Es decir, ayer había 267, pero el jueves pasado eran 233.

La ocupación de camas de uci en Aragón ya no es la más alta del país, como sí lo era hace tres semanas. A pesar de ello, sigue estando entre las comunidades que tienen más hospitalizados por covid en intensivos con un 16%. Por encima, según los últimos datos del Ministerio de Sanidad, están La Rioja y Cataluña, con más del 20%; Navarra, con un 19,5%; y País Vasco con un 17,3%.

17 fallecidos en la última semana en Aragón

En cuanto a los fallecidos por covid, Aragón ha registrado en la última semana 17 decesos más por covid. En total, los muertos por el virus desde que comenzó la pandemia ascienden a 3.939 personas.

La presión que atraviesan los hospitales también continúa en Atención Primaria, donde los rastreos han crecido en los últimos 15 días en los centros de salud debido al aumento de los contagios y de las PCR, que se suceden. Aún así, la cifra de contactos en seguimiento estrecho en Atención Primaria, donde se ha reforzado el personal, ha disminuido ligeramente en la última semana hasta las 6.400 personas frente a las 6.699 de la semana anterior.

En las residencias de mayores, en estos momentos hay 38 brotes abiertos, que afectan a 168 personas. Son 103 residentes y 65 trabajadores. Actualmente hay seis personas hospitalizadas procedentes de centros de mayores. Desde que empezó la séptima ola de covid en Aragón tan solo han fallecido dos personas por covid en las residencias. Un dato radicalmente alejado al que había hace un año, cuando la vacunación contra el covid todavía no había comenzado.