La crecida del Ebro remite ya por todo Aragón. El manto de agua se disipa y regresa al cauce habitual, dejando tras de sí los restos que ya salen a la luz. La Confederación Hidrógráfica del Ebro (CHE) ha confirmado que la cresta de la avenida se movía este jueves por la tarde tarde entre Gelsa y el embalse de Mequinenza con un caudal medio de 2.220 metros cúbicos por segundo y una altura de 5,2 metros, bastante por debajo del pico registrado en Tudela el domingo. 

En Zaragoza, donde quedaron anegadas 3.200 hectáreas de huertas y 200 personas tuvieron que ser desalojadas, el caudal ya ha disminuido hasta los 1.000 metros cúbicos por segundo. Los bomberos y el resto de efectivos municipales trabajan desde primera hora de ayer para recuperar la normalidad en el entorno del río. El Parque del Agua, la Pasarela del Voluntariado y el Parque Deportivo Ebro han reabierto sus puertas, y las depuradoras de La Cartuja y La Almozara volvieron a la actividad. No se registraron daños graves en el casco urbano, siendo las zonas más afectadas la propia Almozara y Vadorrey.

El acceso a la Expo, junto a la Pasarela del Voluntariado, repleto de ramas y restos de vegetación. Ángel de Castro

Sin embargo, como es habitual, las mayores afecciones al retirarse la riada emergen en los comercios ribereños. David Añaños y su equipo llevan dos días de limpieza intensiva en el restaurante El Molino de San Lázaro, ubicado junto al puente. «El viernes estaremos completamente operativos», relata. Nada que ver con la crecida de 2015, en la que la subida del fréatico hizo diabluras y puso una marca en la cocina que superaba el metro y veinte centímetros. Estuvieron dos semanas cerrados. Esta vez, el agua penetró por el oleaje del río. 30 litros por ola que iban directos al foso y que alcanzó el interior del restaurante. 

El agua entró esta vez por oleaje en El Molino de San Lázaro, sin causar daños de importancia y permitiendo que desde el viernes ya estén operativos. S. E.

Los comercios de Zaragoza, menos damnificados que en 2015

Pero nada tiene que ver la de 2021 con la avenida de hace seis años. Con las lecciones aprendidas, movieron toda la maquinaria posible a los pisos superiores y coordinaron las labores de limpieza. «El viernes», repite Añaños, «estaremos completamente operativos». Aunque eso sí, a la riada se les ha sumado otro demonio. "Lo que no nos ha hecho el río lo va ha hacer el covid. Hemos suspendido cerca de un 60% de las reservas para los próximos días", lamenta el responsable del negocio. No obstante, Añaños deja un apunte a la generosidad: «En época de crisis, somos las empresas las que nos ayudamos. La lavandería, el electricista, el fontanero de confianza o el pescadero para guardar en frío los productos. Todos quieren echar una mano».

En el restaurante Aura, en la margen izquierda del río, la avenida dejó varados varios troncos enormes. Los trabajadores del complejo colocaban ayer a primera hora de nuevo las vallas que separan el edificio del paseo ribereño. Al otro lado del cauce, en La Almozara, el club deportivo Tiro de Pichón continuaba severamente inundado. Junto a él, el patio del colegio público Jerónimo Zurita todavía estaba anegado, aunque los niños ya regresaron a clase este jueves tras dos jornadas de docencia telemática. No obstante, desde el centro prevén que el patio no se podrá utilizar hasta la vuelta de vacaciones de Navidad. 

El patio de recreo del colegio Jerónimo Zurita, anegado. Ángel de Castro

En cuanto a carreteras, la de Alfocea se ha reabierto al tráfico esta tarde solo al tráfico pesado, dado que permanece una capa de agua de en torno a 30 centímetros. Además, los bomberos de Zaragoza llevaron labores de achique en los alrededores de Juslibol con cuatro bombas Jumbo de alto caudal para retirar el agua de las casas y las granjas. Respecto a las urbanizaciones de Torre-Villaroya, Torre Virreina y Casetón, los vecinos desalojados pudieron volver ayer a sus hogares. Asimismo, se han abierto también los aparcamientos subterráneos de la Ciudad de la Justicia y la planta -3 del parking de la plaza del Pilar, donde había entrado agua.

Por otro lado, el alcalde de Zaragoza, Jorge Azcón, ha solicitado un informe para analizar las causas por las que «con menos volumen de agua las afecciones han sido mayores que otros años». El regidor ha insistido este jueves en que tanto el Gobierno de España como el de Aragón deberían invertir más en «la limpieza del río» para minimizar así las consecuencias de las riadas. Con motivo del congreso del PP que encumbrará a Azcón como líder del partido en Aragón, Pablo Casado, el presidente de la formación, aprovechará la cita para visitar las zonas afectadas por la crecida del Ebro el próximo domingo. 

El alcalde de Zaragoza, Jorge Azcón, en Mozalbarba. AYUNTAMIENTO DE ZARAGOZA

Desactivado el Plan Municipal de Emergencias

Según ha anunciado el Ayuntamiento de Zaragoza, este viernes ha quedado desactivado el Plan Municipal de Emergencias puesto en marcha a raíz de la crecida del río Ebro. El consistorio continúa con la limpieza de caminos y la reparación de los daños ocasionados en la ribera.