Un mes después de que comenzara la invasión rusa en territorio ucraniano la población aragonesa sigue volcada mostrando todo su apoyo a los ucranianos a través de toda clase de iniciativas solidarias que, cuatro semanas después, siguen saliendo mayoritariamente desde entidades locales e iniciativas individuales de pueblos de la España Vaciada. Principalmente han sido dos las vertientes que la ayuda, ahora ya canalizada en su mayoría a través del Gobierno de Aragón, ha registrado en la comunidad. Desde el primer día la recogida de alimentos y productos de higiene básica han colmado los establecimientos llegando a garantizar envíos diarios de camiones y furgonetas que iban a bien a Madrid o bien a la frontera con Ucrania.
Aunque durante el inicio del conflicto fueron tres los puntos de recogida, en poco tiempo se multiplicaron y actualmente muchos establecimientos y entidades sociales continúan acumulando paquetes que se canalizan a través de las entidades sociales y con supervisión de la DGA van partiendo con dirección a Ucrania de forma paulatina y teniendo en cuenta las necesidades que se le hacen llegar al Ejecutivo aragonés desde la Embajada ucraniana en España.
Actualmente, las tiendas Kozak y Kalinka, ambas en Zaragoza, con vinculación con Ucrania y pioneras en estas campañas de recogida continúan aglutinando alimentos no perecederos y todo tipo de objetos. Otros lugares son los Porches del Audiorama, que organiza este domingo una recogida de enseres, o la tienda Tacatuca, que lleva varios días llenando su pequeño local de cajas que tienen Ucrania como destino. La Facultad de Ciencias Sociales y del Trabajo ha cedido su hall como punto de recogida para diversas asociaciones de ucranianos.
Las entidades sociales que trabajan en Aragón también se ha sumado esta iniciativa. La Asociación Xinglar, la Asociación San Andrés de vecinos y Plena inclusión Aragón recaudan tanto fondos como alimentos y productos de higiene para enviar a los campos de refugiados. Las iniciativas vienen también desde los centros educativos. El colegio Santo Domingo de Silos (Las Fuentes) solicita pilas, linternas, alargaderas y lámparas de queroseno, que se pueden depositar en las cajas habilitadas en el hall del centro.
Además, entidades sociales que trabajan en el terreno han puesto a disposición de los aragoneses números de cuenta donde realizar donaciones económicas. Son Cruz Roja, Cáritas, Farmamundi, Vides y Médicos del Mundo. Además, la primera ha colocado más de 70 huchas en distintos establecimientos para promover donaciones económicas.
Convoyes por carretera
La otra deriva que ha tomado la ayuda aragonesa, probablemente una prolongación de la anterior, está en los convoyes humanitarios. Furgonetas, camiones y autobuses han recorrido los más de 3.000 kilómetros que separan Aragón y la frontera ucraniana, cargados a la ida con alimentos y trayendo a la vuelta el número máximo posible de refugiados.
La primera expedición fue la que viajó hasta Peralta de la Sal, nueve familias llegaron hasta la pequeña localidad oscense aunque después solo una se ha quedado en la localidad. Pocos días después partía la caravana humanitaria de Tarazona. 19 voluntarios turisonenses trajeron a más de 60 personas que continúan alojándose en las instalaciones del seminario de la localidad. El último de estos viajes humanitarios ha sido el que llegaba este jueves a Utrillas con otros 30 refugiados. Este lunes partirá también desde Huesca un autobús en el marco de la Operación Azul que se espera que pueda traer a unas 100 personas desde la frontera, un viaje que sus impulsores ya realizaron en las últimas semanas. Y otros muchos siguen organizándose.
Además, en cuanto a envíos de mercancías, la DGA los ejecuta de forma paulatina y atendiendo a las necesidades que se plantean desde la embajada. Cuatro son actualmente los camiones con 25 toneladas de ayuda humanitaria atravesando Rumanía con destino a la frontera donde se espera que durante el lunes puedan descargar la mercancía. El jueves salió la ayuda recopilada por el Ayuntamiento de Teruel y el viernes partía un sexto camión fletado por el Grupo Sesé desde Urrea de Gaén que contiene la ayuda que aportaron en la comarca del Bajo Martín.
