La decisión de la estación de Candanchú de cerrar sus pistas este domingo, dos semanas antes de lo previsto, se explica según la propiedad por «la bajada del 50% afluencia de esquiadores y el sobrecoste del 160% provocado por la subida de los precios». Pero su decisión no ha sentado bien ni en el valle, ni a los clientes.

Tampoco en el Gobierno de Aragón, como demostró su presidente, Javier Lambán, tirando de palabras cáusticas. «En Aragón hay dos estaciones privadas. Una a la que la DGA ha ayudado mucho y otra que desde el punto de vista empresarial es ejemplar», contestó el jefe del Ejecutivo al ser preguntado por el cierre prematuro de la estación del valle del Aragón.

En la repregunta, tras decir que no quería opinar más sobre el asunto, fue otra vez irónico: «A una estación le daría el premio a la responsabilidad empresarial y a la otra le damos préstamos». El resto del cuatripartito cerró filas y también denunció la postura de la empresa, más aún tras beneficiarse de un préstamo «excepcional y especial», como dijo el vicepresidente y consejero de Industria, Arturo Aliaga.

«A una estación le daría el premio a la responsabilidad empresarial y a la otra le damos préstamos»

Javier Lambán - Presidente de Aragón

La referencia del crédito al que se refería al presidente son los 2 millones que se le concedieron a Candanchú a mediados de septiembre, después de que la propietaria de la estación, Ibernieve, anunciara en verano que no abriría sus puertas por problemas económicos. La movilización de los alcaldes y los empresarios turísticos presionó para que el Ejecutivo autonómico diera una respuesta a los problemas económicos de una empresa privada que es el motor económico de todo el valle.

Los motivos de Ibernieve

Candanchú, junto a Astún, es una de las dos estaciones que no forman parte de Aramón, el grupo de la nieve compuesto por el Ejecutivo autonómico e Ibercaja. Pero Astún ha anunciado que no cerrará hasta el día 17, y según varios empresarios, las previsiones para Semana Santa son de «una gran ocupación», empujada por las buenas previsiones de nieve para los próximos días.

"El claro empeoramiento de la calidad de la nieve así como la considerable disminución de la afluencia de esquiadores desde la segunda quincena de marzo y las bajas perspectivas de afluencia de cara al mes de abril nos han llevado a tomar esta decisión", explicaron sin embargo desde la dirección de Candanchú.

Su director, Álvaro Luna, afirmó que «a partir de la segunda quincena de marzo, la llegada de visitantes a Candanchú durante los fines de semana ha sido un 50% inferior a la registrada hasta entonces», por lo que considera que «no tiene sentido abrir para sumar pérdidas».

El hecho de que la Semana Santa caiga este año a mitad del mes de abril también influye en la calidad de la nieve, argumentó Luna, lo que exige destinar más recursos a su conservación. El incremento del coste de la energía ha provocado que el gasto en electricidad se haya disparado un 160% respecto al año pasado. «¿Cómo vamos a mantener abierta la estación cuando hay días que apenas nos visitan 150 personas?», se pregunta Luna.

Pese a ello, reconoce que este cierre prematuro puede suponer un golpe para la «reputación», algo que «también se valoró» por parte del consejo de administración, aunque el cierre «era la mejor decisión que se pudo tomar». Además, recordó que el préstamo recibido por la empresa era «para abrir», pero aclaró que no implicaba «ningún otro compromiso».

La mejor temporada en siete años

Eso sí, reconoció que la temporada ha sido «muy buena». «Hemos logrado un nivel de ocupación por encima del registrado durante los últimos seis o siete años. Ha sido la mejor temporada desde 2014 o 2015», aseveró. Pese a ello, aseguraron, el objetivo del cierre ahora es garantizar la «sostenibilidad futura» de la estación.

La intención es «invertir esos recursos en la mejora continua de la estación de cara a la temporada 2022-2023». Además, insistieron en pedir «un proyecto conjunto de la nieve en Aragón que entendemos debe ser liderado por el Gobierno de Aragón y por Aramón como actores principales».

El vicepresidente del Gobierno y consejero de Industria, Arturo Aliaga, reclamó sin rodeos a la empresa que «reconsideren la situación, vean las precipitaciones que vienen estos días, recapaciten y abran». Ante las motivaciones del cierre por el «elevado coste de la energía», Aliaga recordó que tiene «una larga lista» de compañías afectadas por el mismo motivo y que el Gobierno central ya ha tomado medidas al respecto.

«Les pediría que igual que hicimos un esfuerzo especial y excepcional desde el Gobierno con esta empresa, que ahora sean ellos los que lo hagan»

Arturo Aliaga - Vicepresidente del Gobierno y consejero de Industria

«Les pediría que igual que hicimos un esfuerzo especial y excepcional desde el Gobierno con esta empresa, que ahora sean ellos los que lo hagan», reclamó, y recordó el trabajo «incansable» desde el Ejecutivo autonómico en el valle, con proyectos como la recuperación de la Estación de Canfranc, la unión de estaciones y las inversiones conseguidas del Gobierno central. «En este contexto tienen que reflexionar», pidió Aliaga.

La líder de Podemos, Maru Díaz, denunció que «no es de recibo que la misma empresa que demandaba ayuda pública para abrir ahora decida cerrar antes de tiempo, sin justificaciones convincentes, dejando a los trabajadores en la calle y con serias repercusiones en la economía y en la vida de la gente del valle».

Joaquín Palacín, presidente de CHA, denunció el cierre y pidió «ajustar más y mejor todos los compromisos, las contrapartidas concretas, de las empresas privadas beneficiarias de estas ayudas públicas porque al final quien más pierde es el territorio afectado».